El seguro desempeña un papel fundamental en la protección financiera de individuos y organizaciones frente a riesgos y eventos adversos; no obstante, las personas y las empresas siguen pensando que es un producto caro y no le otorgan su debido valor; incluso, la mayoría de la población tiene la percepción de que los seguros no pagan, destacó Ana Clemente, durante su participación en el Primer Congreso Internacional de Seguros de Daños, efectuado en Ciudad de México..
Al participar en el evento, organizado por la Asociación Mexicana de Agentes de Seguros y Fianzas, A.C. (Amasfac), Clemente, consultor de riesgos y bróker de seguros, expresó que la población no le otorga un valor al seguro porque se encuentra con agentes apasionados de su labor, pero que venden mal. “La responsabilidad de un buen agente, además de vender bien y cobrar su comisión, es asesorar bien al cliente, hacerlo sentir valorado y acompañado. Es decir, garantizar un buen servicio, … y para eso hay que prepararse”.
La especialista en Daños explicó que es poco probable que la Inteligencia Artificial (IA) reemplace a los agentes y que precisamente por eso hay que darle vida al proceso de venta y estar al pendiente del cliente. “En nuestras manos está ser profesionales y darle al cliente un valor agregado. Démosle una experiencia diferenciada que nos haga permanecer vigentes, de modo que el asegurado tenga la certeza de que su seguro es un activo de valor”.
Ana Clemente resaltó que los agentes deben tener en cuenta los siguientes puntos:
Analizar el proceso: identificar su ventaja competitiva o su diferenciador; implementar o mejorar sus procesos; diseñar el traje a la medida de cada cliente, y olvidarse de la “cajita feliz”, encontrando áreas de mejora al entregar un dictamen de resultados y una propuesta de mejora.
Crear alianzas estratégicas que sirvan para detectar las necesidades de cada empresa y brindarle un buen servicio post venta mediante capacitación, asesoramiento y desarrollo continuo del agente.
Crear experiencias, ser innovador (a través de la Inteligencia Artificial), comprometerse con cada cliente, haciendo las modificaciones necesarias y detectando necesidades para usarlas a nuestro favor. No abandonarlos en su momento crítico. Recuerden que los expertos en seguros son ustedes.
“Pasemos de ser agentes apasionados a agentes que entreguen valor a sus clientes”, concluyó Ana Clemente.