El cambio climático, los riesgos tecnológicos y de ciberseguridad que generan cada vez mayores y más cuantiosas catástrofes exigen de la creación de alianzas del seguro con distintos organismos afines a la mitigación del riesgo, así como de un renovado compromiso del sector para comunicar con total claridad los beneficios, alcances y condiciones de las pólizas, a fin de que hagan del seguro de Daños una cobertura entendible y atractiva, en la que se siembre la semilla social de que estar a salvo de los riesgos del entorno requiere de un compromiso corresponsable.
Es parte del mensaje emitido durante la inauguración del primer Congreso Internacional de Daños organizado por la Asociación Mexicana de Agentes de Seguros y Fianzas (Amasfac), señalamiento que fue ampliado en conferencia de prensa con los medios de comunicación
Gerardo de la Garza, presidente de la Amasfac; Carlos Peña, presidente Nacional del Comité de Daños de la Amasfac; Eduardo Vargas, presidente de la Asociación Mexicana de Ajustadores de Seguros (Amasfac); Elizabeth Vogth, presidenta de la Confederación Panamericana de Productores de Seguros (Copaprose); Elisa Trujillo, representante de la Alianza del Sector Privado para Sociedades Resilientes ante Desastres (ARISE), y Erick Alvarado, representante de la Asociación Nacional de Profesionales en Resiliencia, atendieron las preguntas de los reporteros en torno a la importancia del Seguro de Daños.
Eduardo Vargas resaltó que es un gran avance que diferentes organizaciones dedicadas al estudio, aseguramiento, detección y tratamiento del riesgo puedan coincidir en un evento como éste y establecer alianzas de trabajo, y más aún cuando los riesgos que hoy arroja la naturaleza y sus impredecibles formas de aparecer requieren ser atendidos mediante un enfoque multidisciplinario y no individual.
Consideró que uno de los desafíos de la industria es trabajar con todos los actores del sector para actualizar y, sobre todo, homologar los contratos de seguros. Hoy cada compañía de seguros tiene su contrato con sus propios clausulados e interpretaciones, y aunque no tiene nada de malo, para fines de hacerle frente a la reparación del daño, cada interpretación incluye o excluye determinada cosa, según cada aseguradora. Lo que ampara un daño en una, en la otra no, y eso confunde al asegurado, además le genera dudas sobre la honestidad del sector.
Elizabeth Vogth señaló que ante un mundo en constante cambio resulta esencial allegarse de las mejores prácticas que conduzcan al mejor conocimiento del seguro de Daños, convicción que desde su posición buscará catapultar en cada uno de los organismos de integran la Copaprose, porque en las manos de los productores de seguros está el futuro del aseguramiento, razón por la cual hay que asumir nuestro papel con el profesionalismo que merece.
Gerardo de la Garza hizo un llamado a infundir la conciencia de riesgo en la sociedad. La proliferación de numerosos riesgos de la naturaleza obliga a que sólo aquellas empresas que estén adecuadamente aseguradas son las que podrán ser resilientes ante los embates de la naturaleza y en ese proceso la asesoría del agente de seguros es fundamental. Apostemos como administradores de riesgos a hacer entender a las personas que tienen que estar conscientes de sus riesgos y de establecer acciones básicas preventivas.
Elisa Trujillo mencionó que para 2030 se espera tener cinco desastres por día, ya lo resaltó recientemente el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) Antonio Guterres, quien dijo que no habrá manera de alcanzar la meta respecto al cambio climático si no hay una reducción clara de los riesgos que provocan los desastres.
Por su parte, Erick Alvarado hizo énfasis en que existe una estrategia llamada soluciones basadas en la naturaleza y en la que, hablando de la corresponsabilidad para atender el riesgo, las soluciones de este tipo identifican qué riesgos pueden ser detectados por la propia comunidad, porque ésta sabe dónde se desborda el río, en qué calle se inunda, etcétera y así equilibrar a través de una intervención directa la atención de riesgos.
Finalmente, instó a comunicar mejor y sensibilizar a las personas sobre los riesgos a los que están expuestos diariamente y a entender que vivir con riesgos y negarse a comprar un seguro es una decisión equivocada.