De acuerdo con información publicada por Munich Re, la primera mitad de 2023 es una continuación de la reciente racha de años con grandes pérdidas como consecuencia de los desastres naturales. Si bien las pérdidas generales de 110,000 millones de dólares fueron inferiores a las del primer semestre de 2022 (120,000 millones de dólares), aún estaban muy por encima del promedio de los últimos 10 años (98,000 millones de dólares, ajustado por inflación).
El reporte añade que lo mismo ocurre con los daños asegurados de 43,000 millones de dólares (año anterior: 47.000 millones de dólares; promedio de 10 años para pérdidas semestrales: 34,000 millones de dólares).
En resumen, menos del 40 por ciento de las pérdidas totales en la primera mitad del año estaban aseguradas, evidencia de la gran brecha de seguro que persiste en muchos países por múltiples peligros naturales. Las aseguradoras soportaron alrededor del 35 por ciento de las pérdidas mundiales en términos de pérdidas semestrales promedio en el período 2013-2022
Cambio climático y El Niño: 2023 podría ser el año más cálido de la historia
Ernst Rauch, jefe de clima y geocientífico de Múnich Re comentó: “Los efectos del cambio climático están teniendo un efecto cada vez más fuerte en nuestras vidas. La primera mitad de 2023 se caracterizó por temperaturas récord en muchas regiones del mundo, temperaturas muy altas del agua en varias cuencas oceánicas, sequías en partes de Europa y graves incendios forestales en el noreste de Canadá”. La temperatura media mundial de junio fue la más cálida jamás registrada, con un aumento de más de 1.2 °C en comparación con la época preindustrial”.
Rauch añadió que, al igual que en 2016, el fenómeno climático El Niño está jugando un papel en 2023. Se caracteriza por un cambio de temperatura en el Pacífico que influye en el clima extremo en muchas regiones del mundo y hace que las temperaturas aumenten aún más temporalmente. “De todos modos, la investigación sobre las tendencias de la temperatura global es inequívoca: el aumento de la temperatura del agua y del aire en todo el mundo se debe principalmente al cambio climático, lo que a su vez provoca más desastres naturales relacionados con el clima y pérdidas financieras”, agregó.Asimismo, la actividad de huracanes en el Atlántico Norte generalmente disminuye durante una fase de El Niño. Sin embargo, la temperatura del agua excepcionalmente alta en las principales áreas de formación de huracanes, con valores que están entre 1 y 2 °C por encima del promedio, hace más probable que se forme un mayor número de tormentas en la fase principal de la temporada a partir de agosto. Esto hace que sea difícil predecir cómo será la actual temporada de huracanes, concluye la información.