De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés), las sequías son responsables del 82 por ciento de las pérdidas observadas en el sector agropecuario del mundo, y América Latina es una de las regiones más perjudicadas por este fenómeno, con daños que ascienden a los 13,000 millones de dólares.
Estas afectaciones por el cambio climático también han impactado en México. Y en este sentido, el Banco de México estima que, en 2023, la sequía del sector agrícola puede registrar pérdidas equivalentes de hasta 0.16 por ciento del producto interno bruto (PIB) y advierte que, si este fenómeno continúa repitiéndose, la pérdida de los cultivos podría alcanzar el 25 por ciento.
Dicho incremento en la temperatura ha ocasionado que, durante los primeros ocho meses del año, más de la mitad del territorio nacional (55 por ciento presentó sequía extrema. Los principales estados afectados fueron Sonora, Chihuahua, Sinaloa, Durango, Nuevo León y la región centro norte: Aguascalientes, Guanajuato, Querétaro, San Luis Potosí y Zacatecas.
Mientras las sequías perjudican principalmente la zona norte del país, en el sur los agricultores son afectados por fenómenos hidrometeorológicos y ciclones tropicales que tienen efectos en 60 por ciento del territorio nacional. Cabe señalar que, además del daño a los cultivos, las fuertes lluvias pueden favorecer la propagación de plagas y la erosión del suelo.
Por ejemplo, el huracán Agatha –registrado a finales de mayo de 2022 en las costas mexicanas– afectó los cultivos de varios estados del Pacífico mexicano. Sin embargo, más de 700 pequeños productores de maíz pudieron aminorar el impacto económico gracias a la protección de un seguro paramétrico, debido a un programa desarrollado por AXA México en alianza con otras aseguradoras y entidades públicas, con el que recibieron una indemnización de 2,200 pesos por hectárea.
Los seguros paramétricos son útiles para los agricultores porque brindan una ayuda inmediata, ya que el pago de la suma asegurada sucede en cuanto se cumple el índice específico, como la categoría de un huracán o alcanzar una temperatura; sin necesidad de verificar que exista un daño material. Al contar con este modelo, la indemnización es más ágil, transparente y sencilla.
El riesgo de sufrir afectaciones por fuertes lluvias es latente en nuestro país. Los pronósticos de este año prevén que la temporada de huracanes será más intensa por los efectos climáticos del fenómeno El Niño y el alza en las temperaturas del mar; que podrían aumentar hasta un 15% las precipitaciones a nivel mundial.