De acuerdo con el 5to Reporte de Resiliencia Sigma: Restoring resilience: The need to reload shock absorption capacity, publicado por el Swiss Re Institute, cerrar la brecha para el seguro de cosechas requeriría 113,000 millones de dólares en primas de seguro por año.
Asimismo, el informe de este año presenta un nuevo indicador de resiliencia para la seguridad alimentaria: el alcance del seguro insuficiente en la producción agrícola mundial. Según esta medida, el 60 por ciento de la producción agrícola mundial no está asegurada, y la brecha de protección es mayor en las economías emergentes de Asia.
Por si fuera poco, cerrar las brechas de protección global para catástrofes naturales, cosechas, mortalidad y seguros de Salud requeriría 1.8 billones de dólares en primas de seguro anualmente, un récord.
El reporte destaca que esta brecha de protección ha aumentado en un 20 por ciento acumulado en los últimos cinco años, reflejando una mayor demanda por el crecimiento económico y los efectos de la inflación.
También revela que, a pesar de la brecha de protección récord, la capacidad de la sociedad para absorber impactos financieros inesperados ha mejorado en los últimos 10 años, con el 57 por ciento de los riesgos globales en catástrofes naturales, cultivos, mortalidad y salud ahora cubiertos por seguros, lo cual representa un aumento de tres puntos porcentuales desde 2012.
Entre otros hallazgos clave, el Swiss Re Institute resalta los siguientes:
∙ La resiliencia general de la salud mejoró en 2022, con un 78.3 por ciento de las necesidades de protección cubiertas por seguros, un aumento del 77.5 por ciento en 2021. El cambio fue impulsado por los mercados asiáticos emergentes, donde los estándares de salud han mejorado en los últimos cinco años. La brecha restante en la protección de la salud asciende a 889 000 millones de dólares en equivalente de primas de seguros.
∙ La brecha de protección por mortalidad, en términos de los seguros necesarios para cubrir íntegramente las necesidades económicas de las familias cuando fallece el sostén de familia, aumentó levemente en 2022 hasta el 43.4 por ciento. Esto equivale a un máximo histórico de 406 000 millones de dólares en equivalente de primas. Este aumento ha sido impulsado por la inflación, los aumentos salariales y la debilidad de los mercados financieros.
∙ La resiliencia ante catástrofes naturales se mantuvo baja en 2022, con el 76 por ciento de las exposiciones globales sin protección. Se necesitan otros 368 000 millones de dólares en futuras primas de seguro para cubrir la brecha.
∙ Las estrategias para fortalecer la resiliencia incluyen invertir en la prevención de pérdidas y ampliar la cobertura de seguros.
∙ Los mercados emergentes requieren un total estimado de 100 000 millones de dólares en inversiones por año esta década en infraestructura resistente, bienes raíces y agricultura para adaptarse a las catástrofes naturales. Los bonos de resiliencia y otros instrumentos financieros nuevos e innovadores pueden respaldar las inversiones en infraestructura, propiedades y resiliencia de cultivos. Dichas inversiones proactivas pueden generar importantes relaciones costo-beneficio que van desde 2:1 a 10:1.
∙ Cuando la prevención de pérdidas llega a su límite, entra en juego la transferencia de riesgos, y una mayor aceptación de los seguros requiere una colaboración público-privada más estrecha para facilitar los incentivos y la asegurabilidad de los riesgos difíciles de asegurar.