Con la llegada del verano llega también la planificación de los gastos que se harán en las vacaciones, tales como hospedaje, vuelos, alimentos y plan móvil de internet, entre otros. Sin embargo, la mayoría de las personas olvidan incluir en ese presupuesto la inversión de un seguro de Viaje.
De acuerdo con información de AXA México, esto sucede porque la gente no está consciente de lo necesario que puede llegar a ser su contratación en situaciones críticas, o piensan que no les ocurrirá a ellos; no obstante, son más utilizados de lo que piensa y pueden hacer la diferencia entre vivir una gran experiencia o tener una auténtica pesadilla.
Por ello, la aseguradora comparte cinco momentos en los que contar con un seguro lo puede salvar en un viaje:
Cancelación del vuelo. Es una de las peores experiencias para los viajeros, sobre todo cuando es un vuelo de regreso a la ciudad de origen.
Extraviar el INE o pasaporte. A pesar de que cuide sus identificaciones y documentos con la vida, es probable que lleguen a perderse durante un viaje; lo cual es particularmente problemático si está en el extranjero. Existen seguros que otorgan soporte para recuperarlos, cubren los gastos incurridos para la recuperación o reemplazo (formularios, asesorías legales, requerimientos administrativos) e incluso el costo propio de los documentos.
Demora y daño de equipaje. Dependiendo del destino y la aerolínea, el retraso de maletas puede oscilar entre 6 y 24 horas, según datos de AXA México. Y es que además del mal rato por no tener sus artículos personales, de acuerdo con la aseguradora, en cuatro de cada 10 ocasiones en las que reportan una demora también existe daño al equipaje.
Robo o extravío de equipaje. Existe un peor escenario que el planteado en el punto anterior, y es que las maletas hayan sido robadas o perdidas. Aquí también representa un alivio contar con la cobertura de un seguro.
Pérdida del vuelo por enfermedad. Además de lo complicado que es estar enfermo durante un viaje, esto puede retrasarlo y cambiar todos sus planes; incluido que no pueda tomar el vuelo que tenía reservado. En estos momentos es cuando agradece haber contratado un seguro, porque según su alcance, le ayudan a cubrir los gastos por pérdida del vuelo, además de los gastos médicos por emergencia en el extranjero y, en ocasiones, incluso los gastos de hospedaje por la prolongación de la estancia debido a una enfermedad.