¿Cuánto vale un fraude en seguros? Si es un fraude, no sabemos el valor exacto. Sin embargo, y de acuerdo con el mercado, se estima que ese valor es de por lo menos un 10 % de la prima.
Es un placer estar con Daniel Gabas, CEO y fundador de FraudKeeper, insurtech argentina que logró integrarse al ecosistema de Charles Taylor InsureTech.
Para comenzar, FraudKeeper es una insurtech dedicada ciento por ciento a la detección y prevención de fraudes al momento del siniestro y de la suscripción. En tan solo un año, esta empresa logró consolidarse como la solución de fraude preferida en Argentina, incluyendo a los grandes players del mercado. Es una solución SaaS con entorno web en la cual se reciben los siniestros y las suscripciones. Logran un análisis adecuado al complementar la información histórica de la compañía con todo tipo de fuentes externas que los ayuden a identificar acciones fraudulentas. Un gran diferenciador es su tecnología, ya que quienes compiten con ellos crearon sus plataformas décadas atrás, mientras que ellos nacen con machine learning, la nube, integración continua, kubernetes para autoescalado, etcétera, cosa que se ve traducida en cada uno de los puntos del software, en su flexibilidad y en el potencial.
Daniel dice que entre un 10 y un 13 por ciento de los siniestros tienen algún tipo de manipulación y encubren maniobras delictivas. Probar o lograr un desistimiento en éstos es difícil; y muchas veces, costoso. El índice porcentual varía de acuerdo con el volumen del ramo en cada mercado y con el propio sesgo de la aseguradora respecto a los procesos de investigación y recuperación. Es importante resaltar que en épocas en que se busca mejorar la rentabilidad el efecto de investigar y gestionar el fraude con herramientas tecnológicas de primera línea es fundamental para limitar los egresos y sanear la cartera.
Una de las armas que han incorporado los miembros de FraudKeeper en la lucha contra el fraude es el análisis de millones de datos y variables combinadas. Iniciaron detectando todas las tareas susceptibles de automatización que forman parte del know-how, con especial atención en los puntos neurálgicos. Luego hicieron una recopilación de reglas de negocio que aportan mucho valor a la detección y en cada implementación disponible para su uso y personalización. El gran diferencial se encuentra en el aporte de los modelos predictivos, dando a las áreas de negocio una perspectiva que antes no tenían. Frente al talento humano, siempre queda el olfato, la gestión de la investigación, la búsqueda de pruebas, el cierre, etcétera. Éstas son cuestiones que difícilmente pueden reemplazar pero que, a partir de herramientas como FK, tienden a ser más eficaces.
El fraude antes del siniestro y después de él es uno de los principales problemas que atacan desde un principio. En general, vieron que las áreas de siniestros y suscripción trabajaban en sus propios silos de información y que lo que podían aportarse mutuamente no estaba disponible en tiempo real. Ellos hacen que lo que se detecte en el ámbito del siniestro y las investigaciones esté disponible al momento de la suscripción. Esto permite mejorar y sanear cartera, tanto al momento de la suscripción como al momento de la renovación, que es otra parte de la cadena de valor en donde intervienen aportando datos de rentabilidad, siniestralidad, fraude, probabilidad de churn, cross y up selling.
¿Y cómo fue la integración al ecosistema de Charles Taylor InsureTech (CTI)? Durante el primer año estuvieron en la búsqueda de financiamiento, pero el factor determinante para decidir fue el know-how y herramientas incorporadas de Charles Taylor InsureTech. Daniel me comenta que les llamó la atención su enfoque en la industria aseguradora, la capa actual de servicios digitales y su red de contactos y clientes a escala mundial. Saben que por medio de ellos llegarán más rápido a mercados aún no explorados, y es justamente eso lo que están haciendo.Este año, FraudKeeper pondrá especial atención en el desarrollo en toda Latinoamérica; desean ampliar clientes en mercados en donde ya están, como Chile, México y El Caribe; van a consolidarse en Argentina con una iniciativa que presentarán en las próximas semanas; y, finalmente, quieren desembarcar en Europa y los Estados Unidos con sus primeros clientes.