Imagínate la siguiente escena: llegas a la cita con ese prospecto que te recomendaron, vas confiado, te recibe con una sonrisa, el lugar esta impecablemente ordenado y limpio, una oficina muy amena. Llevas a cabo tu asesoría, el prospecto es una persona que está abierta a todo lo que le comentas, afirmando y respondiendo de forma positiva. Se siente ayudado y verdaderamente agradecido de la información que le has brindado. El momento termina y sales de esa cita pensando “qué padre cita, ojalá todas fueran así” y continúas tu día recordando la abrazadora sensación de ese momento.
En mis últimas entregas he recorrido junto contigo amigo lector 4 principios que en lo personal creo que son los pilares fundamentales para el éxito personal y profesional. No sólo por su profundidad, sino porque considero que son principios globales aplicables a muchos aspectos de la vida, y al mismo tiempo son de los más completos pues incluyen no solo la acción, sino también la conciencia, que recordando palabras del gran autor Eckhar Tolle: “es a raíz de la toma de conciencia de donde surge el verdadero crecimiento”.
Para llegar al final de esta entrega de 5 principios, hoy hablare del último de ellos, el principio ICHIGO ICHIE.
En su libro “ICHIGO ICHIE” el autor Héctor García nos define el término como un concepto que hace referencia el momento, a la oportunidad, al ahora. De forma general, se podría traducir como “Este momento, una oportunidad”
Al igual que con los principios previos, para entender mejor cómo ICHIGO ICHIE nos puede ayudar a alcanzar el éxito personal y profesional, es importante conocer el origen y base de este concepto.
Es bien sabido que la cultura japonesa, se reconoce por ser una cultura de mucha tradición, pese al rápido y creciente avance tecnológico, es también una cultura que guarda y respeta profundamente sus tradiciones. Una de esas tradiciones, de la cual hasta el día de hoy se respeta y venera, es la ceremonia del té, (de la cual dicho sea de paso espero poder tener la oportunidad de vivir en vivo algún día). Esta ceremonia no sólo es un momento de sosiego, común y rápido, sino que es un momento en donde cada elemento juega un papel, desde la indumentaria y utensilios a usar hasta la ambientación y conversación durante dicho momento. Sin entrar a detalle a la descripción de dicha ceremonia, el objetivo principal es hacer de ese momento un momento memorable, en donde el elemento principal no es otro sino el momento mismo. Al final justo al despedirse, la muestra de más grande de respeto y agradecimiento que se puede dar por dicho momento es ofrecer con una reverencia la frase “ICHIGO ICHIE”, es decir, “ha sido un gran momento vivido que atesoraré”.
Ahora, pese a sonar romántico, este concepto me llevó a reflexionar cuántas veces somos conscientes y estamos presentes en los diferentes momentos de nuestras vidas. Pero de la misma manera, con cuanta frecuencia tomamos conciencia en la realización de nuestras actividades para hacerlas únicas y memorables para nosotros y los demás.
En el ámbito de nuestro ramo asegurador, esto me llevó a pensar, ¿al terminar una cita, una reunión, un curso, un evento, una revisión, una venta, ha sido digna de poder decir ICHIGO ICHIE?
¿Cuántas veces pasamos los eventos y atenciones con nuestros clientes pensando en la siguiente cita, o estando presentes de cuerpo, pero ausentes de mente? O con nuestra familia, igualmente presentes de cuerpo, pero ausentes de mente, apresurando cada momento para llegar al siguiente y así cada día.
ICHIGO ICHIE me enseñó, una vez implementado, a tomar conciencia del momento presente, a estar verdaderamente en el momento y hacer de ese momento un momento especial y memorable tanto para mí como para mi acompañante o acompañantes.
Ahora bien, ¿cómo poner en práctica este principio? Te comparto algunos principios que aprendí de estudiar la preparación de la ceremonia del té:
- Preparación. Para cada momento, procura estar preparado, revisar con anticipación qué deseas esperar o lograr de ese momento y qué necesitas para lograrlo. La preparación te dará el punto de partida.
- Elementos Importantes. ¿para ti cual o cuales serían los elementos más importantes que quieres que destaquen de ese momento? Entonces hazte de los ingredientes, herramientas o materiales de la mejor calidad y que puedas tener la confianza que van a procurar resaltar eso que para ti es lo más importante y que deseas que lo sea para tu cliente.
- Elimina Distracciones. Para lograr esto es muy importante practicar el desapego, de todo aquello que nos cause una distracción. Tanto tecnológica, como física y mentalmente. Aunque al principio pareciera algo complicado, con la practica consciente verás cómo aun en el lugar más concurrido podrás tener un momento sin distracción.
- Ofrécete por completo. No me mal entiendas, esto se refiere a dar lo mejor de ti en ese momento. La esencia de la ceremonia del té no es que el anfitrión se luzca, sino que su invitado disfrute, para lo cual el anfitrión tiene que dar lo mejor de sí. Entonces, en cada vez, ofrece por completo tu atención, tu mente, tus conocimientos, y tu servicio.
- Disfruta. Finalmente, se trata de disfrutar. Cuando hacemos algo para disfrutar, reconociendo el propósito del porqué lo hacemos, aprendiendo con cada experiencia, siguiendo un proceso, y dando lo mejor de nosotros sin desperdicio, llegarás al disfrute y dicha. No olvides que el éxito, si bien puede ir acompañado de ventajas económicas y reconocimiento, no es completo si no se es capaz de disfrutarlo.
Como comenté al principio de estas 5 entregas, para mí el éxito es saber disfrutar, trabajar y vivir sin remordimientos, sin miedos, sin vacíos ni dudas, una vida consiente, abundante, presente y plena. Desde los mandamientos católicos, hasta las normas Bushido de los samuráis, podemos encontrar varias directrices que pudieran hablar de lo mismo, y uno podría pensar que son muy diferentes entre sí, pero he encontrado que el éxito se basa en 5 principios básicos: propósito, aprendizaje, resiliencia, disciplina, y crecimiento. Y los 5 principios japoneses que he compartido contigo, considero que han sido claves para el desarrollo de éstos.
Finalmente, no me queda más que decir: ICHIGO ICHIE.