Soy un susurro en el silencio.
La actividad está en mi ser.
Advierto a tiempo de las consecuencias.
Soy insistente cuando es necesario.
A veces genero sufrimiento… Después, reflexión.
Voy, sin dudarlo, a la verdad.
Soy síntoma ante el mal; y bienestar ante el bien.
Por ahí alguien pregunta:
—¿Quién es?
—No te oí bien.
—Que de quien se trata —dice, alzando la voz.
—Se trata de la conciencia.