Hoy más que nunca las organizaciones son conscientes de la importancia de consolidar una fuerza laboral resiliente que facilite sortear con éxito cualquier escenario adverso. Desde la perspectiva de la empresa AON, para lograrlo hay tres indicadores básicos que sirven para infundir la resiliencia laboral: que los colaboradores sientan seguridad en el trabajo, que tengan un sentido de pertenencia a la organización y que cuenten con la motivación necesaria para desarrollarse al máximo.
Lo anterior es parte de las consideraciones que AON publica en el estudio titulado Cómo el bienestar construye resiliencia en las personas y hace prosperar a las empresas, en el que afirma que las organizaciones que adoptan un enfoque proactivo para desarrollar una fuerza laboral resiliente mediante estrategias de salud y bienestar consiguen superar a la competencia en términos de productividad, calidad en el trabajo, atracción y retención de personal. Además generan empleados mucho más felices.
AON sostiene que las personas resilientes tienen actitudes más positivas y experimentan menos altibajos, lo que vuelve altamente probable que estas personas también sean capaces de operar de manera más eficaz y sostenible para lidiar y superar los problemas cotidianos. En un entorno de gran volatilidad, como el actual, los colaboradores que se sienten seguros en su trabajo tienen la tendencia a quedarse con el mismo empleador en el futuro previsible.
Según el informe The Rising Resilient, de AON, si bien las iniciativas de bienestar para los empleados son cada vez más comunes, solo el 30 por ciento de los empleados es resiliente, y esto obedece a que 42 por ciento de ellos no se siente seguro en su lugar de trabajo y 52 por ciento considera que no puede alcanzar su máximo potencial.
Tradicionalmente, las empresas han ofrecido seguros de Salud y Vida como método principal de protección para sus empleados. Debido a la constante evolución del área de beneficios y el interés cada vez mayor de los empleadores por proteger y hacer sentir seguros a sus trabajadores, las organizaciones han comenzado a practicar un enfoque más preventivo del cuidado de la salud, con programas de bienestar.
Por lo anterior, AON considera que la resiliencia empresarial requiere entonces una cultura de apoyo, empresas con líderes conscientes y responsables y un lugar de trabajo que les proporcione a los trabajadores el entorno y las herramientas necesarias para administrar su salud y bienestar.
AON señala asimismo que cerca del 90 por ciento de las compañías cuenta con el beneficio de salud y de vida para sus empleados, aunque apenas un 44 por ciento ha desarrollado programas de inclusión y diversidad.
AON sugiere que para fomentar la resiliencia el bienestar esté enfocado en las necesidades de las personas e inteligentemente concertado con éstas; además, el bienestar debe comunicarse claramente y dentro de un entorno laboral que permita que la resiliencia prospere.
La resiliencia de la fuerza laboral debe ser el resultado de invertir en la salud y el bienestar de las personas, pero no se trata solo de realizar una inversión económica. La inversión estratégica en iniciativas de salud y bienestar requiere el impulso del alto liderazgo mediante un diálogo claro, empático y visible entre la organización y sus colaboradores. Esta inversión deberá ajustarse a sus necesidades.
Muchos estudios reflejan el efecto positivo de la fuerza laboral resiliente. Este efecto se traduce en la conexión entre el propósito de las personas y el de la empresa, lo que genera ventajas enormes en el compromiso del empleado y en la retención y un aumento en el rendimiento de los equipos de trabajo. Lograr la resiliencia de los empleados debe ser un enfoque constante y a largo plazo.
Cada día hay más evidencia que apunta a que existe una relación estrecha entre el bienestar, la resiliencia y la productividad; una fuerza laboral sana y feliz es una fuerza laboral más productiva y flexible. Por lo tanto, considerar las dimensiones del bienestar es el primer paso en la dirección correcta hacia una fuerza laboral resiliente.
De igual manera, AON indica que un buen programa de bienestar obliga a incluir en su diseño todos estos aspectos, pues requiere un enfoque cultural empresarial que equilibre los recursos correctos y tome en cuenta el compromiso gerencial para lograr la salud, la resiliencia y el desempeño óptimo del individuo y la organización.
Tomando como base lo anterior, la firma expone 10 factores clave para lograr la resiliencia empresarial:
1. Fomentar comportamientos positivos para la salud.
2. Protección de la salud física.
3. Ofrecer claridad y propósito, que junto con el liderazgo eficaz ayudan a los empleados a desarrollar un sentido de pertenencia, facilitándoles contribuir al éxito de la empresa y fomentar la resiliencia.
4. Operar con compasión e involucrarse con la comunidad.
5. Prestar especial atención a la salud mental.
6. Fomentar las habilidades adaptables.
7. Compartir la responsabilidad y el control.
8. Desarrollo de la seguridad económica.
9. Abrazar la inclusión.
10. Comprender y gestionar las expectativas de los empleados.