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- Actuarios anuncian que diseñaron un plan que incluye la creación de una pensión universal y otra básica, que se sumarán a las afores de los trabajadores
- Establecer una pensión universal costaría 82 por ciento del PIB anual, y podría financiarse con IVA
- Miembros de la AMAC advierten que las pensiones son el problema más grave que enfrenta el país en la actualidad
Por: Marcos Medina
@MmedinaMarcos
Para hacer frente a la transformación inminente del bono demográfico y dar respuesta a las nuevas necesidades laborales y salariales de los trabajadores, la Asociación Mexicana de Actuarios Consultores (AMAC) planteó la creación de un Sistema Nacional de Pensiones que permitiría la implementación de una plataforma de seguridad social mucho más homogénea y que ofrecería los mismos beneficios pensionarios a todos los mexicanos, a través de un esquema único, universal y realmente incluyente.
La propuesta formó parte de las conclusiones del tercer Seminario Retiro y Salud que organizó la AMAC en conjunto con el Colegio Nacional de Actuarios (Conac) y la Asociación Mexicana de Actuarios, A.C. (AMA), el cual se realizó en Ciudad de México, donde el Verónica González, representante de la Comisión de Investigación y Principios de la AMAC, advirtió que que para que el modelo se cristalice es imperativo crear una ley marco en la materia.
González puntualizó que el equipo de la AMAC diseñó un plan que incluye la creación de una pensión universal y otra básica, iniciativas que se sumarán al ahorro para el retiro que actualmente acumulan los trabajadores a través de su cuenta de afore. También afirmó que el establecimiento de una pensión universal costaría 0.82 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) anual del país, e incluso aclaró que ello podría financiarse con el Impuesto al Valor Agregado (IVA).
“En México el Gobierno Federal destina cerca de 3 por ciento del PIB para pagar pensiones; sin embargo, la mayoría de los países del mundo emplea más de 6 por ciento;entonces, lo que proponemos es completamente viable. Esto es solo una propuesta. Sin embargo, queremos resaltar que el costo para sacarla adelante es muy fácil de juntar. De todas formas, una vez que el nuevo Gobierno Federal se instale en Los Pinos, se la presentaremos, de manera que la nueva administración pueda determinar si utilizará el IVA para empujarla o ideará otra manera de financiar la iniciativa”, explicó la actuaria.
Verónica González detalló que la pensión universal que diseñó la AMAC sería de 1,500 pesos, ya que, según dijo, ése es el monto fijado por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) para que un habitante de este país pueda hacer frente a sus necesidades económicas mínimas. Subrayó que la pensión universal es un programa de seguridad social no contributivo; es decir, se financiaría con recursos del Gobierno Federal a través de impuestos, medidas, presupuestos o asignaciones.
La actuaria González aseguró asumió como obligatorio que en México exista una pensión básica, puesto que es el único país del mundo en el que se eliminaron los programas de seguridad social para dar paso a iniciativas como el Sistema de Ahorro para el Retiro (SAR), en el cual solo se realizan aportaciones complementarias que actúan como soporte para la etapa de desacumulación de los trabajadores. Recalcó: “Necesitamos este componente, ya que redistribuye la riqueza sin diferencia de género, salario o actividad laboral; no obstante, aún estamos determinando el número de años que se necesitará para ser merecedor de la pensión básica”.
El componente esencial de este programa integral, continuó González, es recuperar un concepto que se dejó atrás hace muchos años en México: la seguridad social, que se conformaba a través de un fondo común y contributivo. “En la AMAC tenemos mucho tiempo trabajando para ensamblar una buena propuesta. Si no reaccionamos rápido, el ahorro y el retiro serán un problema difícil de sortear; porque dos décadas atrás sustituimos el IMSS y el Issste por un SAR que, efectivamente, funciona muy bien, pero solo sirve para generar ahorro interno. Jamás debió concebirse como un sustituto de las pensiones del Seguro Social”, especificó Verónica González.
En lo que se refiere a las aportaciones que realizan los contribuyentes a las afores, González aseguró que en la AMAC no consideran necesario un ajuste en el porcentaje de cotización. “Pensamos que lo mejor es seguir manteniendo el 6.5 por ciento del salario base de cotización y que los cuentahabientes puedan aumentar su contribución de acuerdo con su ingreso mensual. Reitero, el SAR fue concebido como un complemento, por lo que no es un sustituto de la seguridad social”, agregó.
La colaboradora de la AMAC reconoció que la creación de un sistema nacional de pensiones es un programa integral que tiene que ser analizado cuidadosamente para implementarse, ya que, de lo contrario, los mexicanos le sumarían un problema adicional a la ya extensa y difícil situación del ahorro y retiro que impera en México.
El tiempo se agota
Por su parte, Francisco Aguirre, director de Valuaciones Actuariales del Norte y miembro de la Comisión de Seguridad Social de la AMAC, alertó sobre lo siguiente: el pasivo contingente que representan las pensiones supera 140 por ciento del PIB del país, aseverando enseguida que el ahorro y el retiro es el problema más grave que enfrenta México en la actualidad.
Aguirre precisó que de no crearse un modelo pensionario más integral y homogéneo, el Estado se verá obligado a dejar de invertir en áreas torales, como salud, seguridad e infraestructura, puesto que tendrá que pagar por pensiones de personas que se retiran a los 45 años de edad con una esperanza de vida que sobrepasa los 65.
Por lo antes expuesto, el miembro de la AMAC indicó que dicho compromiso lo terminarán de saldar, en los próximos 70 años, las generaciones que cotizaron antes de las reformas al IMSS e Issste de 1997 y 2007, respectivamente, por lo que advirtió que el país se enfrentará a una presión financiera muy alta. “De no modificar esta realidad, terminaremos pagándoles pensiones exorbitantes a personas realmente jóvenes que no necesitan ayuda de la sociedad. y, por lo tanto, no estaríamos ayudando a la gente que realmente lo requiere y tampoco responderíamos con eficiencia en materia de seguridad social”, declaró.
Unión de fuerzas
Entre tanto, Roberto Rocha, presidente de la AMAC, reconoció que impulsar un proyecto como el de la pensión universal necesitaría un gran diagnóstico actuarial que permita delinear la forma en que se financiará la iniciativa, ya que se correría el riesgo de que el beneficio desaparezca. “Necesitamos mezclar talentos y contar con el apoyo de otras especialidades, como los contadores y los economistas, pues solo así esta propuesta cobrará un mayor sentido y se determinará la fórmula más idónea e impositiva”, sostuvo.
Por último, Rocha insistió en que la propuesta que impulsa el organismo gremial que encabeza no tiene la intención de cuestionar al SAR; sin embargo, reconoció que México necesita un modelo pensionario que considere el beneficio definido como una alternativa que garantice la seguridad social a todos los ciudadanos del país.
“Con esta propuesta apuntamos a que, dependiendo de la realidad del tipo de beneficiario, la persona pueda pensar en programas realmente integrales. No obstante, esto dependerá en gran medida del compromiso que cada mexicano con su retiro: los ciudadanos que conciban el ahorro como algo importante podrán contar con un plan de retiro amplio y confiable, mientras que aquellos que lo sigan viendo sin importancia tendrán que conformarse con una pensión universal”, finalizó el presidente de la AMAC.