Seguros simples, bien explicados, fomentarán cultura del ahorro para el retiro

El Asegurador

Dado que la cultura de ahorro para el retiro se ha convertido en una prioridad nacional, resulta apremiante guiar a la población con información clara y simple relacionada con seguros de pensiones y otros productos financieros para facilitarle detectar y reconocer la realidad de su economía y, a partir de ahí, planificar las acciones necesarias para generar un futuro financiero digno al llegar al retiro laboral, señaló en entrevista Moisés Pérez, Head of Retirement & Financial Wellbeing de AON LatAm.

Ayudar a las personas a que comprendan de manera simple la trascendencia de ahorrar, permitirá que éstas desarrollen hábitos y conocimientos que las conduzcan a consumir productos financieros mucho más elaborados en bien de su futuro económico, por lo que orientarlas para que generen esos hábitos constituye el primer paso, reiteró Pérez al hablar de los retos del fomento a la protección económica para el retiro en este país.

Analizar meticulosamente nuestra realidad económica, agregó el entrevistado, aclara el panorama e inevitablemente hace que tomemos decisiones mucho más acertadas respecto al futuro económico. Algo semejante ocurre con la salud: si no sabemos por medio de estudios y la revisión de un médico cómo está nuestro cuerpo ante una posible enfermedad, es muy complicado encontrar una cura eficaz; y menos se logrará esto experimentando con remedios o medicamentos poco confiables.

Lo mismo ocurre con la economía doméstica: si desconocemos o nos negamos a aceptar nuestra realidad económica, difícilmente lograremos diseñar una estrategia que facilite emprender un proceso de ahorro para el retiro a largo plazo. Y, si acaso empezamos a ahorrar, abandonaremos el hábito a los pocos meses, apuntó el directivo de AON.

Todos los asalariados tienen épocas del año de doble ingreso, ya sea por aguinaldos, por reparto de utilidades o por diversos incentivos. Algunos deciden invertir en productos financieros más por la seguridad psicológica de sentirse con dinero que por haber reflexionado o planeado esta decisión. La triste realidad llega cuando caen en la cuenta de que no todas las quincenas son dobles y que el ingreso que perciben es insuficiente para sostener la inversión a lo largo del tiempo. Entonces llega la deserción y el desencanto. De ahí la importancia de que previamente se haya elaborado un diagnóstico de la situación económica personal.

Pérez indicó que en los últimos tiempos las prestaciones han cambiado de manera sustancial. Hay prestaciones que ya no tienen tanto valor como antes, y a la inversa. Los consumidores hoy están mejor informados y son más sensibles a temas relacionados con el cuidado de la vida y la salud debido al involucramiento voluntario o forzoso con la tecnología que propició la pandemia.

Ante dicho entorno, dijo Pérez, cobra vital importancia que las organizaciones diseñen productos cuya notable simplicidad ayude a las personas a entender su situación económica real y a detectar el nivel de estrés al que están sometidas como trabajadores. Por su parte, las aseguradoras necesitan asumir un papel de abastecedores de información y de productos sumamente claros y sencillos que eduquen a la población y la orienten a tomar buenas decisiones sobre su futuro económico.

“En México cada vez es más grande la proporción poblacional de gente vieja, y esta circunstancia población, que se acompaña de la falta de cultura previsional y de hábitos de ahorro. He visto instituciones y autoridades que desean promover el ahorro voluntario y la educación financiera, pero considero que lo hacen mediante esquemas muy amplios en los que se abarcan muchos temas, y esto confunde a las personas”, criticó Pérez.

Lo que se requiere, a decir de nuestro entrevistado, es simplicidad al máximo y orientación sobre cómo hacer un diagnóstico, cuál es la capacidad de ahorro, qué productos hay en el mercado y qué sugerencias convienen a los ahorradores para ayudarlos a adquirir este hábito. En síntesis, subrayó Pérez, “la industria necesita dejar de atender a los ciudadanos según el enfoque del vendedor para entenderlos como compradores”.

“En la urgente tarea de simplificar los contratos, los productos y toda la información que las aseguradoras les dan a los clientes hay un margen de maniobra amplísimo. Se pueden hacer muchas mejoras. Si como industria aspiramos a mejorar el bienestar económico de la población, necesitamos comenzar por simplificar, flexibilizar y hacer muy clara la información de los productos. Debemos actuar decidida y coherentemente ante la educación económica de la población”.

Cuando las personas imaginan lo que implica el ahorro, dijo el entrevistado, una percepción es que necesitan guardar grandes sumas de dinero. Y así no es el inicio del ahorro. Más que del ahorro, de lo que se trata aquí es de fomentar el hábito. “Empieza con 50 pesos a la quincena, pero de manera constante. La cantidad es lo de menos; lo verdaderamente trascendente es que de esa manera estarás adquiriendo el hábito que posteriormente te permitirá adquirir servicios financieros mucho más elaborados”.

“Análisis y control de gastos: en esta parte deberíamos trabajar mucho y traducirla en procesos sencillos pero crecientes conforme se cree el hábito. De cada semana del calendario dedica 15 minutos a pensar en tu retiro. Define qué tienes y qué te falta para llegar a conclusiones y acciones para aclarar tu futuro económico”, explicó el representante de AON.

Un estudio de esta empresa arrojó que las personas están pensando en sus problemas económicos 16 horas al día en promedio, incluyendo las horas de trabajo. Eso genera muchos conflictos, desmotivación, desenfoques, baja productividad y errores en la organización. “Y todo es debido a la falta de claridad sobre su futuro económico”, concluyó Pérez.

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