Debido a la escalada de ataques de ciberseguridad, la empresa de consultoría PwC pronostica que 2022 será uno de los más intensos en cuanto a la realización de este ilícito, lo que está generando una gran preocupación en las empresas.
La firma destaca que los ciberdelincuentes son cada vez más sofisticados: recorren cada rincón de los sistemas y redes hasta encontrar vulnerabilidades para explotarlas. Las consecuencias de un ciberataque para una empresa son mayores a medida que aumenta la complejidad e interdependencia de los sistemas. Sin embargo, muchos de los riesgos que vemos pueden prevenirse si ponemos en marcha distintas prácticas y controles.
De acuerdo con PwC, más de 50 por ciento de las compañías entrevistadas espera que los ciberataques aumenten en 2022 por encima de los niveles récord de 2021, amenaza que se verá reflejada en los presupuestos que las organizaciones destinarán para combatir el cibercrimen. En el mundo, 69 por ciento aumentará su presupuesto; mientras que, en España, 70 por ciento prevé aumentar sus inversiones en ciberseguridad, frente al 55 por ciento del año pasado.
Asimismo, PwC destaca que más de 25 por ciento de las empresas españolas espera que sus presupuestos en ciberseguridad crezcan a doble digito en 2022.
Según la encuesta, los ataques que más crecerán este año son los que tienen como objetivo los servicios en la nube y los ransomware. Para hacer frente a estos desafíos, PwC insta a formular cuatro preguntas que, en general, atraen poca atención, pero que abarcan desde el pilar tecnológico hasta el papel de los consejos de administración:
1. ¿Puede el CEO marcar la diferencia en la gestión de la ciberseguridad?
2. ¿Es su compañía demasiado compleja para ser securizada?
3. ¿Está su empresa protegida contra las principales amenazas?
4. ¿Conoce los riesgos derivados de terceros y de la cadena de suministro?