La firma de calificación crediticia Fitch Ratings mantuvo la calificación soberana de México en BBB- con perspectiva estable. De acuerdo con el informe de la calificadora, esta decisión se fundamenta por el marco de política macroeconómica prudente con el que cuenta el país, así como por finanzas externas estables y sólidas.
“Esta calificación está respaldada por finanzas públicas estables y los formuladores de políticas otorgan prioridad a ésta y a una estabilidad macroeconómica más amplia, a pesar de los desafíos de las débiles perspectivas de crecimiento económico”, detalló la agencia.
Esta fortaleza, destaca Fitch, respalda la confianza del sector privado, a pesar de una constante intervención del Estado en política microeconómica y a los desafíos de gobernabilidad.
Beneficio de corta duración
La firma global añade que el alza en los precios del petróleo beneficiará a Pemex durante un corto plazo, debido a las debilidades financieras estructurales de la empresa productiva del Estado y a la expectativa que tiene la calificadora sobre la moderación de estos precios a 80 dólares por barril en 2023.
En este sentido, Fitch espera que los mayores ingresos del gobierno federal relacionados con el petróleo compensen la menor recaudación de impuestos relacionados con la gasolina, si la mezcla de precios promedio anual del petróleo mexicano se mantiene por debajo de 100 dólares por barril.
Desempeño inferior a nivel regional
En su reporte sobre la calificación soberana, la agencia estima que el Producto Interno Bruto real (PIB) desacelere a dos por ciento este año y se mantenga en este nivel para 2023. Ante ello, no se podrá alcanzar el crecimiento previo a la pandemia, lo que rezaga el desempeño ante otros países de la región. No obstante, la demanda externa de Estados Unidos será favorable a corto plazo, aunque menor que la registrada en 2021.
Los datos trimestrales del PIB, por su parte, señalan un repunte en el consumo, que debido a la relajación de las restricciones de movilidad, la mejora del mercado laboral y las remesas relativamente fuertes, ya alcanza los niveles reportados previos a la pandemia. La inversión privada, en cambio, mantiene bajo rendimiento por las intervenciones estatales, sobre todo en el sector eléctrico.
Fitch advierte que este tipo de injerencia puede afectar el clima de negocios en el país y conducir a una acción de calificación negativa o de rebaja.