Por fin, ya terminando el primer trimestre del año, finalmente todo parece acomodarse para que podamos anunciar el final de un periodo oscuro en la historia de la humanidad, ya que parece ser que la epidemia ha cedido, y al menos en nuestro país la mayor parte de las entidades estará en semáforo verde desde el punto de vista epidemiológico.
Esta situación se ha logrado gracias a la buena disposición de la mayor parte de la sociedad, que ha sido disciplinada en el seguimiento de las medidas sanitarias y ha hecho un verdadero esfuerzo por cumplir con lo estipulado, no obstante los tropiezos y contradicciones que ha tenido la autoridad en este sentido.
Aunque, como en toda situación de crisis, siempre quedan enseñanzas, y aquí lo principal será capitalizar lo aprendido y que queden las mejores prácticas que, como sociedad, nos enriquecerán y estaremos mejor preparados para futuras eventualidades; aunque realmente yo espero que en muchísimo tiempo no volvamos a vivir algo parecido.
Hace unos años en este mismo espacio escribí respecto al “Tiempo de crisis, tierra de oportunidades”, y considero que después de lo vivido en los pasados 24 meses toma relevancia nuevamente el tema y la oportunidad de capitalizar lo sucedido.
Sin embargo, también dentro de todo sucedieron cosas muy agradables en el sector, y una de ellas fue que casi en el mismo tiempo que duró el encierro estuvo gestándose en el bonito León, Guanajuato, la construcción del nuevo campus corporativo de una de las empresas líderes del mercado en lo que a seguros del ramo de Automóviles se refiere, por lo que los invito a que Charlemos Seguros el día de hoy acerca de la innovación como pilar del desarrollo en el mercado asegurador, tomando como ejemplo esta empresa.
Tuve el agrado de platicar, apenas comenzando este mes de marzo, con mi estimado amigo Juan Ignacio González, director general de HDI en Mexico, quien me sorprendió con el enfoque que tiene la empresa que hoy dirige respecto a la innovación y cómo la han convertido en uno de los ejes rectores de toda la actividad de la aseguradora, desde el trabajo en equipo, en espacios abiertos, en donde nadie tiene oficinas ni privados y los espacios abiertos están disponibles para todos de acuerdo con la actividad que deben realizar, hasta la posibilidad de que los directivos se encuentren y convivan con todo el personal de manera frecuente y cotidiana, eliminando las barreras que pueden darse en los esquemas tradicionales, en los que los directivos parecen inaccesibles para la mayor parte de los colaboradores.
Me dio mucho gusto darme cuenta de que coincidimos en la definición de la actividad del directivo actual, que tiene muy poco que ver con lo que hacían los directivos tradicionales, y en la de coordinar esfuerzos de los demás miembros del equipo, en la que desaparece la figura de la “obediencia” de reglas y procesos y se fortalece la idea de que, más que jefes que dan instrucciones, son líderes a los que la gente sigue porque ayudan a la consecución de los objetivos comunes y su ejemplo permea a todos los miembros del equipo.
Durante la charla tuvimos la afortunada interacción de muchos de los que nos acompañaron, lo que convirtió el espacio que compartimos cada mes con los lectores de esta columna en un espacio de todos, en donde las ideas fluyeron de manera directa, lo que enriqueció la de por sí agradable charla que ya teníamos con mi querido Nacho.
Tuve el honor de ser uno de los invitados a la inauguración de su nuevo campus corporativo, a principios de diciembre de 2021, y nunca me imaginé que tan solo tres meses después de que se dio el evento las instalaciones estuvieran funcionando a su máxima capacidad y con el enfoque que la corporación imprimió desde que fue concebido el proyecto, aprovechando prácticamente dos años de encierro para culminar las instalaciones físicas de su nueva casa. Enhorabuena para ellos, y que sigan los éxitos.
Quiero platicarles que, también durante el mes de febrero, tuve oportunidad de ser testigo de algunos de los más grandes adelantos tecnológicos a escala mundial, que darán lugar a escenarios innovativos en muchos países, sin duda. Y ello ocurrió gracias a la amable invitación que me hizo la Cámara de Comercio, Servicios y Turismo de Guadalajara a la misión comercial que tuvo lugar en Dubái, en Emiratos Árabes Unidos, en donde visitamos la Expo Dubái 2020 (en realidad, es un evento que se realiza por quinquenios, pero por la crisis sanitaria no se pudo inaugurar sino hasta octubre de 2021, pero se le quedó el nombre de Expo Dubái 2020), y todos los asistentes regresamos gratamente sorprendidos por el enfoque en los adelantos tecnológicos, basados en la sustentabilidad, es decir, seguir avanzando en tecnología, pero sin descuidar al planeta y, por el contrario, apoyando la conservación y viabilidad de la vida en nuestra querida casa llamada planeta Tierra.
Sin duda, fue una muy agradable convivencia con algunos destacados empresarios jaliscienses de diversas industrias, que llevaron la representación de México y de Jalisco con algunos de sus productos hasta aquellas lejanas tierras, y muchos de ellos regresaron con pedidos importantes y nuevos clientes, lo cual dejó muy en alto su atinada gestión durante nuestra misión.
Aprovecho para enviar un saludo a Alejandro Manuel Sobera Biotegui, presidente nacional de Amasfac, y a todo su gran equipo de trabajo, ya que en estos días estarán realizando su Congreso Nacional en Tampico, con una agenda superinteresante e invitados de lujo, como siempre se ha dado en estos eventos.
Deseo para todos un magnífico cierre del primer trimestre de 2022, y que el fin de la crisis sanitaria sea el principio de una etapa de prosperidad inusitada para el sector asegurador mexicano.
Un abrazo, y nos leemos pronto.