Todo lo que nace proviene necesariamente de una causa, pues sin causa nada puede tener origen.
Platón (427-347 a. de C.), filósofo griego
Habiendo pasado ya el mes de inicio de año, en el cual pareciera que gracias a los surgimientos de la nueva cepa de virus, llamada ómicron, el tiempo pareciera haberse detenido, volteamos hacia un mes de febrero que más bien pareció ser el primero del año.
Muchos eventos ya planeados en forma presencial tuvieron que replantearse en forma digital, y los kickoff de muchas empresas, que se planearon para el mes de enero, se llevaron a cabo en el mes de febrero, e incluso algunos se pospusieron para el mes de marzo.
A la par, proyectos como los que se han pospuesto indefinidamente se han vuelto a materializar ya con fechas definidas, como los que incluso esta casa editorial promueve para la asistencia a innovación, agentes y planes mundiales.
Por lo mismo, me ha tocado asistir y apoyar, como cada año, a algunas decenas de lanzamientos de inicio de año y ser partícipe de los sueños, la numeralia y los planes de incentivos de muchas de las instituciones y promotorías de agentes de seguros y de fianzas que hacen llegar a sus agentes para motivar y reforzar su capacidad de ventas.
Este año, como ya escribí anteriormente, las cosas toman una senda un poco diferente, y se la quiero compartir.
Aun en tiempos de planeación
Tal como mencioné arriba, muchas organizaciones pospusieron sus ejercicios de planeación y lanzamiento de concursos y bonos para el mes de febrero, por lo que nuevamente las herramientas para la planeación estratégica estuvieron a la mano.
Aspectos elementales como
° planificador anual
° manual de uso de la agenda
° bitácora de actividades semanales
° control anual de ingresos y egresos
se entregaron a centenares de asesores a escala nacional, con la mejor intención de que les sean de utilidad. Por otro lado, ejercicios como el FODA o DOFA, que por medio del análisis de los factores internos y externos al asesor vendedor y al asesor empresario pretende establecer las estrategias defensivas, ofensivas, de reorientación y de supervivencia para estos tiempos tan cambiantes y sorpresivos, me hicieron ponerles un nuevo apellido a estos ejercicios y con ello invitar a que, además de planear, aprendamos a fluir con el ritmo de los meses por venir.
Asimismo, tocamos la importancia de la visión de largo plazo y por supuesto el modelo ser-hacer -tener, que por tantos años me ha acompañado a asesorar y acompañar a cientos de asesores en sus diferentes etapas en el camino de la venta y la visión empresarial.
Pero este año, tal como veía venir, tiene algo muy especial, algo mágico que ha llegado con la experiencia y el ser testigo de tantos aciertos y fallos en las visiones y acciones de mis asesorados.
Por ello decidí crear un nuevo concepto.
Hacer de tu meta una causa
Ahora, además de impartir los elementos de planeación y fijación de metas que son necesarios y útiles en nuestro sector, por tratarse de un negocio de empuje, resultados y compromisos, me ha dado por analizar a algunos de los agentes y promotores que han tenido un papel destacado no solo por sus resultados, sino por convertir la transformación de sus metas en algo mucho más elevado y trascendente en el mundo de los negocios, con efecto social y ambiental.
Hacer de tus metas una causa
Y muchos se preguntarán qué es eso o qué significa.
Según la RAE, la palabra causa en su primera acepción tiene como definición:
“Aquello que se considera como fundamento u origen de algo”.
Lo cual no refleja perfectamente el sentido de lo que aquí expreso, y tal vez tendríamos que matizarlo con el tema de lo conocido como una causa social.
Convertir tus metas en una causa que tenga repercusión en la sociedad, en el medio ambiente o incluso en la realidad de tu propia organización es una forma en que los nuevos emprendedores y empresarios están logrando superar metas jamás vislumbradas, y esto queda claro con la entrada de las empresas basadas en tecnología (denominadas insurtech en nuestro sector). La gran mayoría de ellas por definición nacen como startups, que a su vez significa, entre muchas otras cosas, empresas pequeñas centradas en resolver problemáticas muy claras y por medio de negocios de alto efecto social y ambiental que se basan en el uso de tecnologías para crear experiencias de usuarios que las catapulten a convertirse en empresas de crecimiento exponencial o también llamados unicornios, como los multicitados emprendimientos de transporte o de oferta de alojamientos turísticos, pero ya tenemos también en seguros muchos y muy buenos ejemplos.
Y, si bien es cierto que no se requiere ser una insurtech o una gran empresa para convertir tus metas en una causa, te quiero compartir en esta y las siguientes colaboraciones ejemplos de emprendedores y empresas que ya están haciendo el cambio en México.
¿Puede ser que haya llegado ya la hora de rebasar por mucho ese famoso 2 por ciento de participación del sector seguros en el PIB?
¿Qué opinas?
Un ejemplo. El primero de varios
Muchos me preguntan cómo lograr un resultado genial en sus ventas o en su empresa, y al respecto puedo mencionar el ejemplo de un par de jóvenes de menos de 30 años. Cuando los conocí, hace ya más de 10, supe de su loca idea y su causa: influir en el mercado del seguro de Autos por medio de la tecnología y la difusión de la indignante cifra de que en México siete de cada 10 autos no tienen seguro.
Además de haber creado un exitosísimo negocio con la figura, en principio, de un agente de seguros persona moral, estos jóvenes hoy, luego de estos más de 10 años de trayectoria, han podido influir no solamente en subirle unos pocos puntos al promedio de vehículos asegurados, sino también dando empleo a más de 1,500 (sí, leyeron bien: 1500) colaboradores y empleados administrativos, y con su modelo de negocios complementario han mejorado su vida de manera directa por medios electrónicos. Ahora han impulsado ya a más de 5,000 (sí, leyeron bien: 5000) afiliados agentes a su nueva plataforma, que aprovechó lo mejor de lo aprendido en el mercado de la venta directa para ponerlo al servicio de los agentes del país.
Mucho se escribirá algún día sobre este fenómeno de modelo de negocio. Yo lo conozco de cerca; y sé que, aun con las consabidas críticas que tiene todo modelo de éxito, esos jóvenes supieron anteponer a sus metas de ventas, cifras y proyecciones la adopción de una causa para beneficiar a su país, y ahora a Latinoamérica.
Ya lo ves, sí se pueden lograr cosas grandiosas cuando, además de la inteligencia y el dinero, se pone el corazón en lo que hacemos.
Pronto te traigo más ejemplos reales de cómo con una causa se es capaz de cambiar al mundo.
#ElMejorNegocioEsTerminarContento