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El edificio donde se encuentra la empresa (el cheque número 3)

Charlemos seguros

El asegurador

Querido lector, ya estamos en   2022 y ya llevamos un mes transcurrido.   Deseo con todo mi espíritu que tu salud y la de los tuyos se encuentre bien.

¿Recuerdas cómo  determinamos el segundo  cheque  (que  en realidad pueden ser 12 cheques (o 12 transferencias))? Ambos     cheques son factores importantes para tomar en cuenta en la cobertura de la póliza empresarial o para pyme.

En esta   nueva aportación  quiero hablar de este valioso tercer cheque, que tendrá como objetivo recuperar el recurso necesario para reconstruir el edificio a las condiciones previas al siniestro.

Casi te escucho decirme: “¿Cómo lo determino?”.  En  la capacitación tradicional y convencional te han recetado hasta en la sopa que  del valor que te dé  el cliente, réstale lo que “vale” el terreno y los cimientos.

La frase está  grabada en piedra  en el subconsciente de todos los agentes “dañeros”, y debo decirte que tienen  razón, porque el terreno no se paga, ni se cubren las cimentaciones de un edificio (a menos que sean las planchas de nivelación de una nave industrial), por lo que de forma tradicional siempre los han sacado de las ecuaciones de valor del edificio.

Sin embargo, ¡cómo  duele la cabeza pasar por este proceso!, porque tú  eres agente de seguros;  no eres perito valuador. Tu  cliente tampoco es perito  ni ingeniero ni  arquitecto, por lo que el hecho  de pedir cuánto  vale y a   esa suma hipotética restarle otros dos factores cuyo costo  no sabemos  es la fórmula perfecta para no tener  éxito a la hora de  instalar una cobertura adecuada.

¿Qué  te sugiero yo en este tercer cheque  y en el Modelo de Agente 180°?

Investiga el valor comercial del bien inmueble. Que  te ayude tu asegurado (o, en la fórmula que te he propuesto,  haz alianzas, busca entre tus asegurados algún gestor inmobiliario o  ingeniero que esté  inmerso en el mercado constructor y que te ayude  a obtener ese valioso dato).

Cuando ya obtengas ese valor, réstale el 25 por ciento,  y el resultado  instálalo como valor de edificio.

Valor reposición   

Es importante  recordarte cómo  opera esta modalidad de indemnización: en resumen, la compañía aseguradora pagará el monto necesario para    reponer (reconstruir) el edificio según   se encuentra actualmente  o en el  momento antes del siniestro.

Bajoseguro           

   Éste es el Dementor (Harry Potter) de la felicidad del agente de seguros, ya que es una verdadera historia   de terror el hecho de que el proceso de ajuste lleve a esa frontera en donde el asegurado recibirá un pedazo o fracción de lo que contenía de suma asegurada, probablemente inconsciente de esa situación, y que da como consecuencia pérdidas  financieras severas a cualquier empresa o asegurado.

En este modelo nuevo  no estamos actuando contra el proceso, y la regla  de lo no cubierto siempre será el terreno y los cimientos.  Esa regla sigue siendo inequívoca. Sin embargo,  te permite tener una cantidad de suma asegurada adecuada sin caer en bajoseguro. Esta   situación puede y debe solucionarse  por medio de un dictamen de valuación.

Cuando ese documento está  ya elaborado, entonces  ajustamos a la suma asegurada  indicada en el documento.

Mientras tanto, este factor o fórmula  es más eficaz,   simple y fácil de cuantificar.

¿Qué escenarios no favorables puedes tener?

Una situación de sobreseguro,  que, en caso de pérdida  total del edificio, puede llevar a pedir la devolución de primas de lo asegurado “de más”.

Piénsalo así:   es preferible estar sobrado en la suma asegurada que estar  en condición de bajoseguro   y caer en la ley de la proporción indemnizable.

Decía  mi abuela que más  vale que sobre y no que falte. Y  seamos pragmáticos:  siempre ocurren los siguientes escenarios:

1.- A menos que tu asegurado esté  en proceso de adquirir un crédito bancario que le pida dejar en garantía su edificio de la empresa, el sentido de urgencia por realizar una valuación es nulo.   

2.- El peritaje de valuación  es una inversión que va calculada  sobre la masa valuada, o sea,   sobre lo que el edificio tenga de valor.

Gratis no es y  no lo será, y eso es lo que incentiva a no mantener un factor actualizado.

Nuestra labor es crear conciencia de que  ese ahorro en el peritaje es un ahorro mal enfocado y  excesivamente   caro. Si el siniestro se presenta, el factor de bajoseguro   provoca un gasto de dinero mucho mayor que el   haber   (monto o valor) invertido en una valuación.

3.- Casos para documentar, esto es,  excepcionales, en los que   el asegurado es en extremo pulcro en su orden y limpieza y  mantiene actualizados sus valores por medio de valuaciones. O  bien  reciente  fue la compra del inmueble o se concluye recientemente la construcción, lo que nos ofrece un valor fresco de reposición  o un dictamen recién realizado.

En esta situación es muy probable que me digas, estimado agente de seguros:  “¿Cómo me pides sobreasegurar   el edificio,     si   lo que el asegurado o   cliente   me pide siempre es pagar menos?”.                        

Yo ya  había utilizado la siguiente analogía para crearte conciencia de la importancia de nuestra labor  en todos los ramos de los seguros en México. Me  estoy refiriendo a que nosotros somos como los médicos. Lamentablemente,   no  nos la creemos, y subvaloramos nuestro trabajo y experiencia. Permíteme explicarte.

Imagínate la siguiente situación:  por cualquier circunstancia  en la que llegues a pedir atención médica especializada   (nosotros, como agentes, somos especialistas), pon en el escenario una dolencia o padecimiento relativamente serio.

El médico te realizará el  protocolo necesario  para buscar la causa de tu dolencia, ya sea auscultarte, tomarte la presión arterial o   realizarte una ecosonografía   para descartar cosas más graves.

Cuando el facultativo concluye su revisión, te da indicaciones necesarias para  la continuidad de tu tratamiento:

Debes comprar determinados medicamentos de inmediato  para atenuar tu dolor.

Además  debes en la mañana presentarte al laboratorio de análisis y pedir una ecografía  Doppler, una resonancia magnética y   químicas sanguíneas y examen de orina.

Después, con los resultados, regresar y recibir un diagnóstico  de fondo, real y definitivo.

Imagínate la expresión del galeno y, más  que eso,  su reacción, si tú le dijeras: “¿Sabe qué,      doctor?, no. Busque    algo más  barato para realizar mi diagnóstico. Yo  no voy a pagar   todos esos exámenes. Además   están muy caros. ¿Con  los medicamentos inmediatos se me    baja  el dolor?”.      

Lo más  seguro es que el médico te  va a cuestionar y te preguntará que  a qué  vienes   si no vas a respetar su diagnóstico. Y te pedirá que te retires en ese momento de su consultorio.

Estoy casi seguro de que no te atreves a contradecir al médico respecto a  lo que indica, lo que diagnostica ni  sus argumentos. ¿O te atreves?

Entonces, estimado agente de seguros, ¿por     qué aceptas que el asegurado haga lo que le dé  su gana y      nos pida cosas no posibles, como “bajar” primas, rasurar o recortar coberturas   o sumas aseguradas?     

Somos muy profesionales. Hagamos  valer nuestro conocimiento y experiencia de lo que hacemos.

Entonces, regresemos  a nuestro punto,  el valor del edificio. Si   nuestro cliente o asegurado no dispone de un dictamen de valuación…                        

a) Aplica la regla que vimos líneas arriba: determinar el valor comercial y restarle   un 25 por ciento,   instalando esa suma asegurada   por el edificio.

b) Realiza un dictamen de puntos a mejorar en la cobertura. Como paso  inicial,   la necesidad de realizar un dictamen de valuación. Pon  un periodo de tiempo para que eso se lleve a cabo,  que puede ser el siguiente trimestre.

Haz alguna observación y que tu asegurado tome conciencia de la importancia de no caer en bajoseguro.        

Para este punto, ¿conoces a peritos valuadores en tu ciudad? Busca los colegios de valuadores o asociaciones de valuadores en tu ciudad. Ahí está la fórmula  para solucionar esta necesidad.

Sobre este punto b,  querido agente de seguros, ¿estás    dado de alta en Amasfac?   Estar todos en la asociación  es estar colegiados. Hazlo,  asóciate y únete.

Este cheque es muy importante, tanto como los otros dos. Se dice siempre que es muy conveniente       invertir en bienes inmuebles porque cada año el  valor de éstos aumenta;    es una forma de evitar que el dinero pierda su valor:  está   invertido.

Entonces, si el valor de los edificios, bodegas y casas aumenta año con año, ¿por  qué pides renovar la póliza bajo los mismos términos, condiciones, coberturas y valores  sin   actualizar nada?                

Estoy buscando crear conciencia. El  seguro de Daños  debe rescatarse.

Al determinar el  valor de edificio, utiliza el método. Sí funciona.   Instala sumas aseguradas adecuadas. Al  renovar, cuando menos ajusta el factor inflacionario a los valores;  así es menor la franja de bajoseguro,   que cada año crece.

Tal vez en algunos casos  el empresario (o tú  mismo) ha  utilizado los valores catastrales que vienen indicados en las boletas prediales para instalar un valor de edificio;  pero seamos directos y pongamos sobre la mesa lo siguiente: ¿te atreves a vender tu casa al valor catastral?

Así que  tampoco ese factor puede tomarse  en consideración para un valor instalado.

Peritaje de valuación  es el trabajo de un maestro perito valuador. Pero  recuerda:  es una fotografía del momento;  al siguiente año debes ajustar el valor.

Querido agente de seguros, tenemos mucho que hacer. Te invito a visitar mi nuevo sitio web. Sígueme  y hagamos el trabajo juntos. Poner  de moda y de manera fácil la labor de  colocar y vender seguro de Daños es nuestra meta.   

Las opiniones expresadas en los artículos firmados son las de los autores y no reflejan necesariamente los puntos de vista de El Asegurador.

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