Como bien sabemos, gran parte de los problemas financieros que tienen que enfrentar las personas se deben a que no tuvieron una educación financiera adecuada desde temprana edad, nadie les enseñó a administrar su dinero o a saber qué hacer al atravesar por un problema de esta índole.
Ante tal panorama, Prudential Financial habló sobre la gratificación retrasada como un método eficaz que enseña a los niños a controlar sus compras y que, al llegar a la edad adulta, no se vean inmersos en deudas o falta de dinero.
La gratificación retrasada es la capacidad de resistir algo en estos momentos para que en el futuro se pueda obtener algo más valioso; de modo que es considerada como una forma de ahorro consciente y que a largo plazo tiene múltiples beneficios.
Prudential compartió cinco sencillas formas en que los padres pueden enseñar a sus hijos la gratificación retrasada:
Marcar el tiempo
Siembre las semillas de la gratificación retrasada dándoles a los niños pequeños y en edad preescolar sus propios calendarios y anotando las ocasiones especiales que se avecinan: cumpleaños o eventos familiares, salidas a un concierto o al zoológico, por mencionar algunos ejemplos. Si no tiene nada programado, planee algo para varias semanas de distancia, hable regularmente sobre el evento con su hijo y marque cada casilla en el calendario hasta que llegue el gran día.
Esta simple práctica no solo les asegurará a los niños pequeños que esos eventos lejanos van a suceder, sino que también (eventualmente) aumentará su cociente de paciencia y les enseñará que anticipar una actividad o un elemento puede hacerlo más agradable.
2. Proporcionar oportunidades discretas para practicar
Brinde a los niños pequeños oportunidades concretas de experimentar los beneficios de la gratificación retrasada, y de desarrollar un sentido de dominio sobre su propio comportamiento, ofreciéndoles oportunidades para practicar el autocontrol.
Por ejemplo, diga a su hijo en edad preescolar que tiene tiempo para ir al parque por 20 o 45 minutos después de la cena. Incluso si opta por la gratificación inmediata al principio, con el tiempo se dará cuenta de que la paciencia tiene más recompensas.
3. Compartir estrategias inteligentes
Algunas técnicas comprobadas para ayudar a los niños a ahorrar dinero y evitar las compras impulsivas en la tienda incluyen: si su hijo quiere comprar algo, sugiérale esperar al menos una semana antes de hacerlo; para entonces, las pasiones se habrán enfriado y sabrá si realmente lo quiere.
Si le ruega que le compre un artículo, replantee sus expectativas poniéndolo en una lista de deseos de cumpleaños o festividades y entonces asegúrese de seguir adelante.
Si su hijo tiene dificultades para ahorrar para una gran compra, ponga una foto en su alcancía o en un póster en su habitación. El recordatorio visual la ayudará a pellizcar sus centavos para alcanzar su meta.
4. Ayudar con una mesada
A la edad de cinco o seis años, la mayoría de los niños están listos para manejar una mesada y, si los hace responsables de comprar artículos no esenciales, desde chicles hasta el último juego de PlayStation, aprenderán las lecciones de ahorro, gasto y presupuesto.
Es importante que ellos aprendan a ahorrar dinero y se enorgullezcan de cómo se acumula, mencionó Prudential.
5. Mostrar el poder del ahorro
La lección clave es invertir su dinero hoy y poder hacer mucho más con él mañana. Lleve ese punto a casa dejando que sus hijos jueguen con una calculadora de interés compuesto en línea.