De acuerdo con los resultados de un reciente informe que Strategy&, la consultora estratégica de PwC, denomina LIFEcare system, 75 por ciento de 150 altos directivos de la industria de la salud consultados, se prevé que en el 2035 el sistema de salud será personalizado, digitalizado y preventivo. Además, que las soluciones sanitarias se integrarán sin solución de continuidad con los hábitos de vida, especialmente en áreas como la cardiología, la oncología, la neurología o las enfermedades metabólicas.
Al respecto, Leticia Rodríguez, socia responsable del sector Sanidad y líder de Consulting en el sector Farma, revela que la convergencia con la tecnología, con la investigación y con los cambios socioeconómicos está alumbrando un nuevo sistema sanitario en el que se combina el enfoque actual, centrado en el tratamiento de la enfermedad, con una visión más amplia, en la que se da prioridad a la prevención y al cuidado de la personas.
En el texto de su autoría, Rodríguez señala que, a partir de ahí, el estudio subraya la necesidad de que el sector vaya evolucionando hacia el concepto del buen cuidado, que promueve la salud a través de prácticas incorporadas a la rutina diaria, como la nutrición, el ejercicio físico, los suplementos dietéticos, el compromiso social y el uso habitual de soluciones sanitarias digitales.
También destaca que un informe publicado por la revista The Lancet en 2020 señala la importancia de las prácticas de prevención; pues según sus estimaciones, entre el 25 y el 50 por ciento de las enfermedades de Estados Unidos están relacionadas con factores que se pueden prevenir.
La autora también subraya la tendencia a potenciar la prevención y el cuidado de las personas; así como que la curación de las enfermedades seguirá siendo una prioridad, pero con tres sustanciales diferencias:
1. El cuidado de la enfermedad tendrá un enfoque mucho más integrado y diversificado, con el uso de terapias avanzadas, soluciones digitales y combinaciones personalizadas de medicamentos.
2. Los pacientes desempeñarán un papel mucho más activo en el tratamiento de su enfermedad. Apoyados en soluciones digitales y en el conocimiento de sus propios datos de salud, podrán hacer un seguimiento personalizado de los resultados, en colaboración con los profesionales sanitarios.
3. Las decisiones sobre la enfermedad tendrán en cuenta cada vez más los datos multiómicos (los procedentes de disciplinas como la genómica, la microbiómica o la epigenómica) y de estilo de vida.