La drástica caída en el ingreso per cápita, la pérdida de puestos de trabajo provocada por la pandemia de COVID-19 y las dificultades financieras que ha enfrentado un porcentaje considerable de la población a raíz de la crisis económica en marcha ha exacerbado los trastornos mentales en muchas personas. Por esa razón, es imperativo que la industria aseguradora intensifique el diseño y distribución de seguros que privilegien el cuidado de la salud mental, señala la investigación más reciente de Swiss Re Institute.
El estudio de la reaseguradora de origen suizo titulado La cabeza primero: apoyar el bienestar de los consumidores mediante los seguros, apunta asimismo que lograr que la población mantenga un alto grado de bienestar mental a lo largo de su vida redunda en beneficios económicos y sanitarios para los hogares, empleadores y países.
La investigación de Swiss Re Institute detalla que la experiencia de COVID-19 ha puesto de relieve el bienestar mental, tema sensible pero que se ha vuelto familiar para muchos en el orbe. En tal sentido, el diagnóstico alerta que existe una incuestionable brecha entre las soluciones que la industria aseguradora ofrece actualmente para mitigar los trastornos emocionales y las necesidades de protección de la sociedad en este ámbito.
De acuerdo con el análisis, es innegable que un segmento amplio de los consumidores agradecería la distribución de coberturas innovadoras en las que la salud mental y el bienestar sean el principal valor agregado. Apunta que el mercado potencial de clientes de seguros con esta clase de características ascendería a 45 millones de personas a escala global.
Un océano azul de oportunidades
En otro pasaje del estudio, Swiss Re Institute indica que la población más interesada en adquirir seguros que mejoren su salud mental estaría compuesto por habitantes típicamente urbanos, millennials y padres de niños en edad infantil.
“Esta clase de consumidores valora muy bien su bienestar mental, a pesar de que algunos han experimentado problemas emocionales en el pasado”, anota el diagnóstico de la firma.
El análisis divulgado por la reaseguradora reconoce que la mayoría de los consumidores no sabe qué cobertura podría adquirir para mitigar los trastornos mentales que los acechan. No obstante, sostiene que lo que sí es indiscutible reside en que el grueso de los clientes quiere evitar efectuar una reclamación a toda costa. Por consiguiente, sentencia, “las instituciones de seguros pueden ser más proactivas para apoyarlos en este difícil objetivo”.
Irina Fan, jefa de Análisis de Mercado de Swiss Re Institute, declaró que uno de los pocos aspectos positivos de la pandemia de COVID-19 estriba en que dicha coyuntura epidemiológica generó un cambio de actitud hacia los riesgos de salud mental e incrementó el nivel de aceptación de las aseguradoras.
“En la actualidad, hay más personas interesadas en ver la cobertura de salud mental incorporada en los seguros que se distribuyen, contexto que brinda una oportunidad sin precedentes al sector en aras de intervenir y ayudar a mejorar la resiliencia social mental”, concluyó Fan.