Aseguradoras deben buscar vías para reforzar el bienestar mental y ofrecer apoyo integral sin estigma

El Asegurador

Los períodos prolongados de restricciones sociales, aislamiento e inseguridades relacionadas con la pérdida de ingresos han llevado a muchas personas a experimentar una salud mental deficiente o deteriorada y han expuesto una epidemia creciente y hasta ahora silenciosa. Sin embargo, dicha crisis ha brindado a las sociedades, los gobiernos y al sector privado una oportunidad única para abordar la  problemática descrita de manera más eficaz; de ahí que las aseguradoras deben buscar reforzar el bienestar mental y ofrecer apoyo integral sin estigma. 

Dicha conclusión se desprende de un artículo de Adrita Bhattacharya-Craven, directora de Salud y Envejecimiento de la Asociación de Ginebra (GIA, por sus siglas en inglés), en el que  añade que si bien el fortalecimiento de los servicios de salud mental debe permanecer en el centro de cualquier solución, el enfoque tendrá que ser multifacético. 

“Esto podría significar que las aseguradoras alienten a los empleadores públicos y privados a abordar el bienestar mental en el lugar de trabajo, estableciendo señales de advertencia para posibles desencadenantes, como un accidente, duelo o un episodio de enfermedad crítica”, indica Bhattacharya-Craven.

Asimismo, la directiva de la GIA destaca que las aseguradoras podrían diseñar productos, como planes personalizados de atención social y de salud, que incorporen evaluaciones estructuradas de la soledad o servicios de apoyo a la comunidad para romper activamente el aislamiento social, especialmente entre las personas mayores y los grupos vulnerables.

De igual modo, Bhattacharya-Craven señala que se requiere eliminar las líneas rígidas entre los seguros de Vida, de Salud y de Propiedad y Accidentes y, en cambio, tratar el viaje del cliente como una experiencia integral. Esto no solo garantiza la integración organizacional sino, lo que es más importante, un reconocimiento audaz de la industria de que la mala salud mental es un riesgo para todos. No solo empeora la morbilidad y la mortalidad; su presencia socava la productividad en todos los sectores.

Adrita Bhattacharya-Craven indica además que, implícita en la noción de seguro está la idea de “tener tranquilidad” para proteger a las personas en sus momentos más vulnerables, provocados por una pérdida material o no material. En tal sentido, concluyó, las aseguradoras ahora tienen una oportunidad de oro para adoptar esa frase en todos los sentidos de la palabra; de modo que consigan que las comunidades y las economías sean más resistentes a medida que el mundo navega para salir de la crisis provocada por la COVID-19.

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