Desde siempre han existido infinidad de formas de ahorrar. Hay personas que apartan a inicio de mes una cantidad fija; otras más, las que acumulan lo poco o mucho que les sobra a final de mes; aquellos que son completamente desorganizados en su ahorro o incluso quienes directamente no lo hacen. Esta diversidad puede verse en los comportamientos de quienes poseen un plan de pensiones, revela un estudio de AXA Seguros.
El reporte de la aseguradora indica que, aunque los expertos no se cansan de decir que es mejor empezar a ahorrar cuanto antes y hacerlo con 30 años en lugar de 50 años, lo cierto es que, en la mayoría de los casos, la edad con la que se contratan los planes de pensiones se encuentra entre los 40 y los 50 años.
La información añade que además de tener o no un plan de pensiones, existen tipos de ahorro entre las personas que ya cuentan con este producto. Los datos indican que la gran mayoría de aportaciones que se hacen coinciden con el final de año, cuando se cierra el ejercicio fiscal y por tanto concluyen las oportunidades de ahorrar con las desgravaciones en ese año.
“Este no es un comportamiento muy previsor ya que, si bien se pueden aprovechar los beneficios fiscales, el mercado en ese momento está sobrevalorado y además pueden perderse importantes bonificaciones que se ofrecen a los que no dejan todo para el último momento”, subraya el reporte.
La mayoría de los expertos recomiendan las aportaciones periódicas, jugando a convertir esta práctica en una especie de recibo más con una periodicidad que puede oscilar entre la mensual y la trimestral. De esta forma, es mucho más sencillo encajar este hábito en el presupuesto y no destinar ese dinero a otra cosa. Además, es un sistema compatible con los más jóvenes que permite prepararse para el futuro de una forma cómoda y adaptada, concluye la información.