Las cada vez más frecuentes y devastadoras consecuencias de las catástrofes naturales son construidas, en su mayoría, por la sociedad más que por la naturaleza, y sus graves estragos obedecen a la inadecuada urbanización, falta de planeación, condiciones inseguras, insalubridad, desigualdad y pobreza que hay en los países, afirmó la investigadora del Instituto de Geografía (IGg) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Irasema Alcántara Ayala.
La investigadora señaló que si bien es cierto que el mundo está permanentemente expuesto a sismos, tsunamis y erupciones volcánicas, que tienen origen natural, al desencadenarse se convierten en devastadoras porque alrededor de estos acontecimientos existen sociedades vulnerables expuestas a ellos. Las inundaciones, sequías y deslizamientos de tierra son socio-naturales, pues la actividad humana incorrecta está relacionada con su ocurrencia.
Al hablar de Desastres: hacia la comprensión y concientización del riesgo y su inaplazable reducción, Alcántara Ayala indicó que hemos sido testigos de las consecuencias de las adversidades tanto en países de economías avanzadas, como Japón y Estados Unidos, así como en aquellos con mayor desigualdad y pobreza, como Haití, abundó.
De acuerdo con lo explicado por Irasema Alcántara Ayala, la Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres dio a conocer que el número y consecuencias de las catástrofes naturales ocurridas en las primeras dos décadas de este siglo duplicaron a las registradas durante los dos últimos decenios del siglo pasado.
Por ejemplo, dijo, de 2000 a 2019 se registraron más de 7,000 sucesos, en contraste con los más de 4,000 de la década anterior. Asimismo, el número de víctimas fatales se incrementó en ambos periodos de 1.19 a 1.23 millones. “En la última década más de cuatro billones de personas fueron afectadas, mientras que las pérdidas económicas se calcularon en alrededor de tres trillones de dólares”, añadió.
En el mismo lapso, la mayor cantidad de catástrofes ocurrió en Asia y América, mientras que las asociadas con inundaciones fueron con más consecuencias y preocupación en todo el mundo. “China, Estados Unidos e India fueron los países donde se registraron más desastres con 577, 470 y 321 eventos, respectivamente. México ocupó el lugar número ocho con 130”, detalló.
Asimismo, Alcántara Ayala comentó que para entender el riesgo de estos eventos se requiere visión integral para identificar y reconocer las complejas interacciones de los sistemas sociales y ambientales en un contexto de cambio global.
Finalmente, la investigadora de la UNAM explicó que la gestión integral es un proceso social complejo que involucra a los tres órdenes de gobierno (federal, estatal y municipal), así como a los sectores de la sociedad, y está dirigido a la identificación y aplicación de políticas y estrategias, a fin de disminuir nuevas contingencias y las existentes.