Cultura de seguros sin fronteras

Charlemos seguros

El asegurador

Entramos en la recta final de  2021, un año muy retador, sin duda,  que nos planteó problemas aún más complejos de resolver que 2020, periodo en el que la pandemia de  COVID-19 pegó de llenó en la sociedad, las familias y los negocios de México y el mundo.

Pero septiembre  tradicionalmente ha estado lleno de experiencias nuevas, algunas inéditas, y otras   han acompañado a ese mes a lo largo de los últimos años, e incluso décadas, como  los movimientos telúricos que se han presentado en este  mes algunos de los años pasados  y que no hicieron excepción en   2021, ya que apenas comenzando el mes  se dejó sentir un fuerte terremoto que asustó a más de uno, y ya no solamente en la capital del país, sino en muchos otros estados de la república.       

Como muchos de ustedes saben, siempre he procurado promover la cultura de seguros, las mejores prácticas del mercado y la ética en los negocios que día a día cerramos los que participamos en esta   fascinante industria, y por ello los invito a que Charlemos Seguros el día de hoy sobre  la cultura de seguros, pero no solamente en México, sino más allá de nuestras fronteras, incluso del otro lado del océano.

Para estar en posibilidad de platicar sobre esto,  me tomé la libertad de invitar a compartir opiniones sobre el tema a Patrick Font, quien desde hace un par de años dirige los destinos de Zurich México  y quien  por su formación y experiencia ha conocido la cultura aseguradora en países muy distintos y con formas de pensar muy diversas, ya que su trayectoria profesional abarca desde su natal Francia  hasta su llegada a México hace ya varios años, pasando por Italia y algunos países asiáticos, lo que nos da una idea de su multiculturalidad  y autoridad para hablar sobre este  tema.

Comencé preguntando a Patrick el  motivo de su llegada a México, y su respuesta me sorprendió mucho, ya que me confesó que tomó la decisión de aceptar trasladarse a nuestro país,  siendo vicepresidente  de AXA Seguros, como un reto profesional más en su carrera, y debido a  su gusto por conocer culturas y formas de pensar diferentes;  pero, cuando avisó a sus colegas   de su decisión, más de uno lo cuestionó preguntándole qué  es lo que había hecho mal  o     en qué se había equivocado para que la empresa hubiera  decidido mandarlo para acá,         lo que nos da a entender que, para muchos extranjeros, sobre todo en países desarrollados, el hecho de que los comisionen  en un cargo en México representa algo así como un castigo;   aunque afortunadamente Patrick nunca lo vio así.

En este mismo tenor, el punto de vista de nuestro entrevistado es que a escala  internacional existe un profundo desconocimiento respecto del mercado mexicano, y son en realidad pocos los directivos internacionales que ponen sus ojos en nuestro mercado, lo que puede explicar que  en algunas instituciones  aún se tomen decisiones estratégicas en sus headquarters    con desconocimiento de lo que en realidad sucede en nuestro país.    Afortunadamente, no es el caso de Zurich, que tiene en Patrick a un auténtico experto   en nuestro mercado.

Algo que también me pareció interesante preguntar fue   la diferencia que existe    entre los riesgos que se corren en mercados tan diferentes como los europeos, los asiáticos y el latinoamericano, incluyendo México. Con  gran sabiduría, Patrick expresó que es sumamente complicado hacer diferencias entre los países, ya que los riesgos son los mismos; en todo el mundo tiembla y hay terremotos importantes;  en todos los países con costas se desarrollan huracanes (aunque en Asia son conocidos con un nombre diferente (tifones),   pero el fenómeno es el mismo), lo que hace que la gran diferencia entre los países no tenga que ver con los riesgos sino con la penetración del seguro que existe en las economías desarrolladas, comparadas con la nuestra, en donde el mismo presidente de la república  declara abiertamente que los seguros son un gasto (lo cual es completamente erróneo) y que el Gobierno  dejará de comprar seguros en la medida de lo posible para “ahorrar” dinero.

En resumen, tenemos que, enfrentando los mismos riesgos, la bajísima penetración del seguro en la población mexicana    coloca a ésta en una clara desventaja y en un grave peligro ante las catástrofes a las que todos estamos expuestos.

Tuvimos oportunidad de platicar del tema medular de esta  columna, que es la cultura del seguro tanto en México como en el extranjero, y la conclusión fue simple:  en nuestro país tenemos una gran claridad de los riesgos que enfrentamos, pero en muchas ocasiones no estamos dispuestos a pagar para protegernos. Todos     hemos notado el incremento inmediato que se da en las cotizaciones de seguro de Casa Habitación  después de que ocurre un terremoto;  pero, una vez pasada la emergencia, ese interés que generó el incremento en las cotizaciones se transforma  en un bajísimo número de pólizas emitidas, es decir, que el temor no es suficiente para mantener el interés por  la compra de un producto que, por cierto, todavía es uno de los más económicos del mercado.

Por otro lado, y como un ejemplo a la inversa, encontramos que México fue uno de los países en los que, a pesar de los desatinos de la autoridad, que en realidad estorbó más de lo que ayudó, la medida sanitaria del uso del cubrebocas fue bien recibida, y esto quizá no se deba a la disciplina ni a la conciencia (los altos mandos del  Gobierno  siempre se negaron a utilizarlo, dando un pésimo ejemplo a la población), sino a la reciente experiencia que se tuvo en   2009, con la pandemia de la influenza AH1N1, que demostró la eficacia en su uso, cuando el Gobierno  en turno manejó de manera impecable la crisis sanitaria.

Por último, nuestro invitado nos dice cuáles son los principales retos que enfrenta el mercado asegurador en el corto y mediano plazo, refiriendo que, desde su perspectiva, el principal reto consistirá en cambiar la manera en que todo el ecosistema asegurador ve  los riesgos y la manera de enfrentarlos, con el fin de despertar la conciencia y generar el puente entre los riesgos y los seguros que nos permitirán enfrentarlos.

Este reto corresponderá a todos los actores, tanto aseguradores como intermediarios, en beneficio del cliente, con lo que se conseguirá   incrementar la penetración, culturizando a la población, despertando la conciencia de todos y facilitando la vida del cliente para que éste vea la protección de un seguro como una solución, y no como un gasto.

Quiero aprovechar estas últimas líneas para felicitar a don  Álvaro Salamanca, quien actualmente lleva las riendas de Liberty Mutual y el pasado 18 de septiembre  celebró su cumpleaños; un abrazo fuerte para él y mis mejores deseos de éxito y prosperidad.

Deseo para todos ustedes un estupendo inicio del último trimestre del año, y nos leemos en octubre   para que Charlemos Seguros de este  y otros temas.

Las opiniones expresadas en los artículos firmados son las de los autores y no reflejan necesariamente los puntos de vista de El Asegurador.

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