Considerando la elevada informalidad laboral que conlleva a una baja cobertura previsional y la dificultad que plantea el necesario incremento de las contribuciones obligatorias a los sistemas de pensiones, surge una alternativa que aumentará el ahorro: hacer cotizaciones a partir del consumo cotidiano.
Dicha propuesta es promovida por la Federación Internacional de Administradoras de Fondos de Pensiones (FIAP) en su más reciente estudio titulado El ahorro a través del consumo como una fuente complementaria para financiar las pensiones. Con esta política, afirma el ente, se transitaría hacia una cobertura universal.
“Por medio de esta iniciativa todos los trabajadores, sin importar su situación laboral, pueden aportar a su fondo de pensión a través de su consumo presente”, resalta la FIAP en la investigación.
Ahora bien, el estudio sostiene además que el ahorro a través del consumo no tiene la capacidad de financiar exclusivamente las pensiones, sino que debe considerarse como una de las fuentes para su financiamiento.
“Este mecanismo contribuye a que los sistemas de pensiones sean más inclusivos con los trabajadores informales, y a potenciar la posibilidad de ahorro en esos sectores”, asevera la FIAP.
La investigación explica que para implementar el ahorro a través del consumo existen principalmente dos mecanismos. Uno consiste en que cada compra esté asociada a un número de identificación tributario, y que parte del impuesto al consumo pagado por el comprador se destine a su cuenta individual de ahorro para pensiones.
La segunda opción es utilizar tecnologías de aplicaciones móviles ya existentes en el sector privado y que explotan las lecciones de la economía del comportamiento para aumentar el ahorro.
“Para evitar la regresividad que implica esta medida (mayores beneficios para quienes consumen relativamente más), se establece que el Estado subsidie relativamente más la cotización vía consumo de aquellos trabajadores que están en los cuatro menores quintiles de ingreso”, concluye la FIAP.