Vulnerabilidad psicológica en mujeres se agudizará tras la COVID-19, prevé estudio

El Asegurador

Tras la mitigación de la COVID-19, la vulnerabilidad psicológica de las mujeres se agudizará, debido a que dicho género es el que ha experimentado en mayor medida síntomas depresivos, de ansiedad y de estrés desde que irrumpió el mortal virus SARS-CoV-2.

El anterior pronóstico se desprende de una investigación desarrollada por la Universidad Loyola y la Universidad de Málaga, titulada Impacto del confinamiento durante el brote de COVID-19 en España: un estudio longitudinal, que pone en relieve que una sobrecarga de información en los medios de comunicación, compras de artículos de primera necesidad por pánico, sentimientos de aislamiento social y síntomas relacionados con la alteración de los planes cotidianos se establecen como los principales factores que hicieron añicos la estabilidad emocional de las mujeres desde que comenzó la expansión de la cepa vírica.

Más allá del riesgo médico, continúa el diagnóstico, la pandemia de COVID-19 tiene innegablemente un efecto psicológico adverso en la salud mental de la población. En tal sentido, apunta que en la fase inicial del confinamiento social implementado en los países para frenar la aceleración del patógeno, emergieron diversas comorbilidades psiquiátricas, incluida la persistencia de depresión, ansiedad y ataques de pánico, sobre todo en las mujeres.

La sintomatología descrita no debe ser subestimada, puesto que dichas secuelas pueden persistir durante varios meses después de manifestarse, especialmente aquellos síntomas relacionados con el estrés postraumático, indica el estudio de la Universidad Loyola y la Universidad de Málaga

Mujeres, emocionalmente arrasadas

En otro pasaje de la investigación se confirma que existe una diferencia relativamente evidente entre mujeres y hombres, en lo que se refiere a la afectación psicológica que provocó la COVID-19. Al respecto, apunta que las integrantes del género femenino se constituyeron como el grupo etario que ha mostrado, hasta ahora, una mayor angustia psicológica a raíz de la coyuntura epidemiológica. 

El análisis anota que “las mujeres iniciaron el encierro con un mayor nivel de emociones negativas (especialmente síntomas de estrés y evitación) que los hombres”.

Lo anterior, plantea el estudio, pone de manifiesto la necesidad de desarrollar estrategias para reducir el daño psicológico que está provocando la pandemia de COVID-19, episodio emocional sin precedentes.

Por último, la investigación desarrollada por las Universidad Loyola y la Universidad de Málaga puntualiza que en crisis sanitarias del pasado, como la epidemia de MERS en 2012, las mujeres habitualmente presentaron un mayor índice de vulnerabilidad psicológica después de que se doblegó por completo la curva de contagios. Por ese motivo, cierra, es crucial establecer mecanismos de control de la salud mental específicos para cada sector de la población en función del género, además de realizar seguimientos tanto a corto como a largo plazo.

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