Carissa Etienne, directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), advirtió hoy sobre una “crisis de salud mental” en las Américas originada por la pandemia de COVID-19, pues afirmó que 60 por ciento de la población en esta zona del orbe sufre ansiedad o depresión. Asimismo, exhortó a los países a tomar medidas para mitigar dichos padecimientos.
En rueda de prensa, Etienne destacó que “hoy nos enfrentamos a una crisis de salud mental que, si no se aborda, tendrá graves consecuencias. No solo empeorará la carga de los trastornos de salud mental en nuestra región, sino que también prolongará el efecto negativo de la pandemia”.
La directora de la OPS precisó que desde que la COVID-19 llegó a la región hace 16 meses, el estrés y el miedo invadieron la vida cotidiana, con pérdidas de empleo sin precedentes que se sumaron a la emergencia sanitaria.
Etienne también indicó que aunque la demanda de apoyo psicológico nunca fue tan alta, las tres cuartas partes de los países que suministraron datos a la OPS reportaron problemas para ofrecer ese apoyo a la población.
“Más de la mitad de los programas escolares de salud mental y más de las tres cuartas partes de los programas fuera de las escuelas se han interrumpido parcial o totalmente en un momento en el que más del 15 por ciento de los jóvenes sufren depresión”, remarcó la titular del organismo sanitario.
Etienne agregó que casi 90 por ciento de los países participantes informan que los servicios de psicoterapia y asesoramiento en salud mental se han visto interrumpidos; y agregó que existen mayores dificultades para el acceso a medicación y tratamientos especiales.
Carissa Etienne subrayó la importancia de integrar la atención de la salud mental en los planes de respuesta al COVID-19, e instó a los países a cumplir sus compromisos en ese sentido.
“Los países deben invertir en salud mental ahora para capear la amenaza constante de la pandemia y limitar sus efectos dominó en los próximos años”, concluyó Etienne.