Hoy en día, el concepto de inteligencia social está muy en boga. Está demostrado que las empresas, instituciones y familias que conocen y utilizan la inteligencia social como parte de su vida se convierten en mayores generadores de conciencia, empatía y comunicación efectiva, logrando con esto elevar la eficiencia y mejorar sus relaciones de manera considerable y congruente.
Pero ¿qué es inteligencia social?
La inteligencia social, se define como “la capacidad de una persona para comunicarse y relacionarse con otros en forma empática y asertiva”. La única forma en que podemos lograr esto es adquiriendo la capacidad de conocernos a nosotros mismos y mediante una buena gestión de emociones.
La diferencia con la inteligencia emocional es que ésta es parte de la introspección y cubre aspectos como la conciencia emocional y la aplicación de emociones en el proceso cognitivo para resolver problemas; tiene que ver más con los procesos que lleva una persona por sí misma antes de entrar en una interacción.
Sin embargo, cuando ya se ha dado esta interacción, la inteligencia emocional une fuerzas con la inteligencia social, que cubre tareas como la expresión, el diálogo, la escucha, la conciliación y el aprendizaje que se deriva de la comunicación con otros.
La inteligencia social contiene las habilidades necesarias para comunicarse eficazmente con base en la empatía, el autoconocimiento, la escucha y la lectura de emociones en otras personas.
Algunas habilidades que podríamos distinguir para lograr una inteligencia social eficiente son:
En primer lugar, la capacidad para comunicarnos, ya sea verbalmente o de otra forma. Usar las palabras correctas, el tono idóneo y una intención certera es el primer paso de una comunicación eficaz. Y los seres humanos requerimos poder comunicarnos correctamente para elevar nuestras relaciones.
Otro punto importante es estar al tanto de las reglas sociales, costumbres e idiosincrasia del grupo al que pertenecemos. Esto facilita la interacción con personas de diferentes edades, orígenes geográficos, religiones e identidades culturales.
¡Qué importante es saber escuchar activamente! El ejercicio de la escucha efectiva es fundamental para el desarrollo de la inteligencia emocional, pues ayuda a establecer un vínculo con los interlocutores, prevenir conflictos y obtener aprendizajes por medio del diálogo. Esto contribuye al crecimiento personal.
Pero eso no es todo. ¿Te imaginas cómo sería poder comprender la sensibilidad de las otras personas?
Entender lo que en los demás activa las emociones, ya sean negativas o positivas, es en sí el ejercicio de la empatía y facilita la comunicación con los otros, ya que incluye en nuestra manera de ver las cosas lo que las otras personas sienten o piensan.
Saber adaptarnos, comprender lo que se espera de nosotros, ser comprensivos y aprender una nueva manera de relacionarnos con los demás sin duda nos dará grandes satisfacciones en nuestra interacción con la sociedad en la que vivimos.
La educación emocional forma personas sanas que son capaces de manejar eficientemente sus emociones. La inteligencia social utiliza las habilidades otorgadas por la inteligencia emocional y las propias para generar una aptitud de liderazgo y realización de tareas cognitivas especializadas, únicas y altamente valuadas.
En Be Human Skills nos especializamos en el desarrollo humano y de conciencia porque conocemos bien la importancia de este tipo de habilidades en tu vida, tu empresa y tu familia.
La inteligencia social es la clave para desbloquear las habilidades que conforman a un trabajador que sabe comunicar, dialogar, trabajar en equipo y colaborar en la creación de un ambiente laboral empático y productivo.
Hasta hace poco se trataba de una aptitud que pocos tenían y que era aprendida sobre la marcha por un grupo de personas con el proceso de pensamiento predispuesto para observar y aprender de su entorno social. Hoy es un recurso indispensable para mantener la calidad de la cultura empresarial y proteger las labores de la mecanización, aprender a relacionarnos y formar vidas más productivas y eficientes.