Resultados de una encuesta elaborada para México por PwC denominada Global Crisis Survey 2021 revelan que a poco más de un año de la pandemia 66 por ciento de las organizaciones de este país considera que el efecto de la pandemia ha sido negativo; mientras que en las organizaciones de otras zonas del mundo tal estimación aumenta a 73 por ciento. El documento destaca asimismo que 28 por ciento de las empresas encuestadas con operación en México observa una repercusión positiva, en comparación con el 20 por ciento que así lo considera a escala global.
Las empresas que consiguieron capear el temporal de la crisis sanitaria destacan que la clave fue que infundieron en su organización cultura de prevención para ser resilientes ante cualquier crisis. La diferencia en el resultado de quienes afrontaron con menor daño los efectos de la pandemia se encuentra en que 65 por ciento de las instituciones en dicha condición manifestó que ya contaba con un plan de continuidad de negocio antes de la crisis de COVID-19; 46 por ciento cuenta con un equipo definido y designado para responder ante las crisis; 51 por ciento realizó cambios o aceleró su transformación en el área de ciberseguridad o privacidad; y 81 por ciento consideró estar preparado para evaluar las amenazas a largo plazo y sus implicaciones.
Cuando PwC les preguntó qué tipo de plan han utilizado como parte de la respuesta ante la COVID-19, 71 por ciento de estas empresas más previsoras precisó que el plan de continuidad de negocio; 63 por ciento, un plan de respuesta ante la crisis; 33 por ciento, un plan de respuesta ante la pandemia; y solo 6 por ciento dijo que ninguno de los anteriores.
Otro aspecto que se debe destacar es que las organizaciones encuestadas indicaron que los equipos de trabajo permanentes fueron el mejor blindaje debido a que la estrategia de prepararse para responder a una crisis comienza estableciendo funciones y equipos de respuesta. A partir de ellos, se cuenta con las capacidades para anticipar escenarios de crisis, determinar la mejor manera de responder y reflexionar sobre cómo planear, implementar y evaluar programas de respuesta.
En tal sentido, se recomienda que un equipo de trabajo debe ser multidisciplinario. Ése es el núcleo operativo de un plan de respuesta que reporta, según una frecuencia determinada, a un liderazgo determinado.
PwC indicó que para entender e implementar planes de respuesta ante potenciales efectos dañinos dentro de la operación de la empresa, trátese de cadenas de suministro, producción, fuerza laboral, insumos, entre otros, es requisito fundamental construir líneas de trabajo en los ámbitos operativo, legal, regulatorio y de comunicaciones.
Por lo que respecta a la opinión sobre lo que ha significado el uso de soluciones tecnológicas y la aceleración de los procesos de digitalización para afrontar las nuevas oportunidades y retos ante las crisis, 93 por ciento de los encuestados en México señala que la tecnología ha facilitado la coordinación del equipo de respuesta de su organización.
Adicionalmente, en la encuesta Global Crisis Survey 2021, 84 por ciento considera que la tecnología ha mejorado la habilidad de la organización para reunir información adecuada que ayude a la toma de decisiones. No obstante, la implementación de estas soluciones también ha abierto la puerta a otro tipo de vulnerabilidades tecnológicas que deben incluirse dentro del plan de respuesta.
En ese sentido, 74 por ciento identificó deficiencias y adoptó medidas para mejorar el área de seguridad de la información y privacidad como parte de la contención de los perjuicios de la pandemia.
Un factor que las empresas consideraron trascendental para las situaciones de crisis como la provocada por el virus SARS-CoV-2 es la emisión de información veraz y sólida para mantener y aumentar la confianza; y, al respecto, 84 por ciento de los encuestados coincide en que sus organizaciones se han comunicado con eficacia con sus socios, y 88 por ciento lo ha hecho bien con sus empleados, según lo que reportaron.
Los encuestados señalaron asimismo que empresas del mismo sector, cámaras empresariales, entidades gubernamentales, ejecutivos de otras regiones de la misma empresa, por mencionar sólo a algunos actores preponderantes, deben participar en los canales de comunicación dentro de un plan de respuesta.
Finalmente, Alfredo Hernández, socio líder de Servicios Forenses de PwC México, concluye sobre los resultados de la encuesta que éstos deben dar pie a reflexionar que un daño puede ser menor si se acomodan las piezas clave.
“Es posible que al iniciarse 2020 muchas organizaciones con cierto nivel de madurez estuvieran listas para afrontar una crisis, pero no una pandemia. La crisis de COVID-19 significó una prueba de muy alto alcance que trajo a la luz varios puntos de acción específicos para responder a sus repercusiones. Lo anterior incluyó principalmente la aceleración de la transformación digital y las medidas sanitarias específicas”, redondeó.
“Aun cuando ahorita no podemos saber en qué etapa de la crisis sanitaria nos encontramos en México, las lecciones aprendidas deben ser los indicadores que marquen el camino de una mejora continua. Actuar con anticipación y de forma responsable está directamente relacionado con el grado en que se logrará aminorar las consecuencias de cualquier crisis”, concluyó Hernández.