La pandemia trajo para nuestras sociedades una imperiosa necesidad de información personal confidencial: datos sobre salud, contactos y ubicación. Y esta necesidad puso en riesgo el derecho fundamental de la persona a la privacidad y obligó a equilibrar los derechos individuales y la seguridad pública. De ahí que el valor de la privacidad se posicione hoy como una prioridad para los próximos años; y esto no es una ocurrencia tardía, sino algo fundamental para la forma en que trabajamos e interactuamos.
Tales conclusiones se desprenden del estudio realizado por Cisco Systems, empresa global dedicada a la consultoría sobre equipos de telecomunicación, titulado Forjado por la pandemia: la era de la privacidad. El informe refiere que la pandemia de COVID-19 provocó cambios profundos en 2020 que implicaron compartir nuestra vida personal, rutinas, círculos sociales, estado de salud y demás datos con gobiernos, empleadores y extraños mientras aprendíamos a interactuar de forma remota y de nuevas formas digitales.
El análisis añade que, afortunadamente, las protecciones de privacidad establecidas durante la última década ayudaron a los tomadores de decisiones a lograr el equilibrio adecuado entre las preocupaciones individuales y las necesidades de la comunidad.
La investigación revela que el año pasado se encontraron pruebas sólidas de que la privacidad se ha convertido en una prioridad aún más importante durante la pandemia. Los presupuestos destinados a este rubro han aumentado durante el último año. Las organizaciones tienen más recursos enfocados en ella, y las inversiones van más allá de la ley y se están traduciendo en un valor comercial real.
En tal sentido, algunos de los hallazgos del estudio destacan lo siguiente:
• El 93 por ciento de las organizaciones recurrió a sus equipos de privacidad para ayudarlos a navegar y guiar su respuesta ante una pandemia.
• Los presupuestos de privacidad se duplicaron en 2020 a un promedio de 2.4 millones de dólares
• El ROI (retorno de inversión, por sus siglas en inglés) disminuyó ligeramente en comparación con 2019, pero sigue siendo atractivo, con un 35 por ciento de beneficios, que reportan al menos el doble de sus inversiones.
• Las leyes de privacidad se ven muy favorecidas en todo el mundo, y 79 por ciento de las organizaciones indica que están teniendo un efecto positivo (solo 5 por ciento de ellas reporta una repercusión negativa).
• Las certificaciones externas de privacidad son un factor de compra importante para 90 por ciento de las organizaciones al elegir un producto o proveedor.
• Las organizaciones con prácticas de privacidad más maduras obtienen mayores beneficios comerciales que el promedio y están mucho mejor equipadas para manejar las regulaciones de privacidad nuevas. Estas normas están en evolución en todo el mundo.
• La privacidad de los datos se ha convertido en un área principal de responsabilidad para los profesionales de la seguridad, y 34 por ciento de los encuestados indica que la privacidad es una de sus principales competencias y responsabilidades.
• El 93 por ciento de las organizaciones reporta métricas de privacidad (por ejemplo, hallazgos de auditorías de programas de privacidad, evaluaciones de impacto de privacidad y violación de datos) a sus juntas.
Cisco Systems señala que estos resultados proporcionan una evidencia clara de que el compromiso con la privacidad se ha fortalecido durante la pandemia. Las organizaciones que tienen la privacidad correcta mejoran la confianza de sus clientes, la eficiencia operativa y los resultados tanto dentro como fuera de la corporación.
“En lugar de dejar de lado la privacidad, las organizaciones y las personas recurrieron a los equipos de privacidad para ayudarlos a eficientar su respuesta a la pandemia y garantizar que se sigan respetando los principios de privacidad mientras se utilizan datos confidenciales para el bien público. Además, los presupuestos de privacidad son más altos, las certificaciones se han vuelto más importantes y las leyes en la materia han sido muy bien recibidas en todo el mundo. Las habilidades y la experiencia en privacidad se han convertido en una competencia central. Por ello, invertir en privacidad no solo aumenta la confianza del cliente en un mundo incierto, sino que también brinda un valor comercial significativo. Es decir, la privacidad es mucho más que una obligación de cumplimiento; es un derecho humano fundamental y un imperativo empresarial”, concluye el análisis de Cisco Systems.