En su más reciente actualización epidemiológica, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) alertó que se han detectado tres nuevas variantes del virus SARS-CoV-2 en 14 países de las Américas, lo cual ha generado preocupación por la posible mayor propagación y gravedad de los casos de COVID-19 en la región.
“Las mutaciones son esperadas como parte de la propagación de cualquier virus”, dijo Sylvain Aldighieri, gerente de incidentes de la OPS. “Por ello, instamos a las autoridades nacionales y locales a que continúen fortaleciendo las actividades enfocadas al control de la enfermedad, incluyendo el monitoreo cercano de la COVID-19. Se requiere de vigilancia epidemiológica, incorporando la ampliación de la vigilancia genómica regional, la investigación de brotes y el rastreo de contactos. Cuando sea apropiado, también se requiere ajustar las medidas de salud pública y sociales para reducir la transmisión”, detalló.
La actualización de la OPS destaca que “recientemente se ha documentado que las personas infectadas con la variante VOC 202012/01 presentan mayor riesgo de morir que las personas infectadas con otras variantes. Los estudios preliminares sugieren que la variante 501Y.V2 está asociada con una carga viral más alta, lo que podría sugerir un potencial mayor transmisibilidad “.
En referencia con las dos variantes detectadas recientemente en Reino Unido y Sudáfrica, Aldighieri señaló que al parecer no se ha generado transmisión comunitaria en la región de las Américas hasta el momento. Los casos parecen limitarse, por ahora, a personas que viajan desde ambos países o conectadas con personas que viajan desde los mismos.
La gerente de incidentes de la OPS añadió que la tercera variante, detectada en el estado de Amazonas, Brasil, es más predominante a nivel local. Los investigadores han sugerido recientemente un vínculo causal con el incremento de hospitalizaciones observado durante las últimas semanas en Manaos, “pero aún es temprano para sacar conclusiones sobre la intensidad de la asociación entre la aparición de la variante y la dinámica reciente de la transmisión”, indicó.
Marcando un hito sombrío, el número de muertes en las Américas debido a la COVID-19 alcanzó 1,015,534 el pasado 26 de enero. En tanto, el número de personas infectadas con la enfermedad llegó a 44,197,482 en 56 países y territorios de las Américas.
Por su parte, Carissa F. Etienne, directora de la OPS afirmó, durante una conferencia de prensa, que “la pérdida de un millón de personas a consecuencia de este virus debería servir como un llamado urgente de que debemos hacer aún más para protegernos a nosotros mismos y a los demás de enfermar, lo que incluye fuertes llamados a actuar para reforzar las medidas de salud pública que necesitamos ahora en cada uno de los sitios donde estamos viendo brotes”.