Tener más oportunidades de aprender y desarrollarse profesionalmente, disfrutar de mayor seguridad laboral y disponer de más opciones de teletrabajo para una mejor conciliación son indiscutiblemente las principales aspiraciones del capital humano en la actualidad y de cara al futuro.
Así lo establece una investigación de ManpowerGroup denominada El COVID-19 y el empleo a finales de junio: efectos sobre los sectores más frágiles y perspectivas de recuperación, que sostiene que otro de los aspectos primordiales que deben considerar las organizaciones estriba en brindar a sus colaboradores un categórico equilibrio entre lo presencial y lo virtual. Por ejemplo, en el trabajo, el hecho de ser capaz de separar la vida laboral de la familia, socializar y colaborar con los demás compañeros y tener menos distracciones y mayor confort, es lo más valorado por parte de los padres profesionales.
El estudio menciona, además, que evitar los desplazamientos diarios en transporte público, pasar más tiempo en familia y desempeñar sus funciones con mayor flexibilidad de horario es lo más apreciado respecto al teletrabajo.
Por otra parte y de acuerdo con cifras del Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés), a pesar de que la COVID-19 contagia a más hombres, son las mujeres quienes sufrirán mayores consecuencias económicas y sociales a largo plazo.
De acuerdo con el organismo global, más de 12 por ciento de las mujeres, frente a 10 por ciento de los hombres, tendrían una mayor probabilidad de perder el empleo temporalmente.
Esto se debe, indica el WEF, a la mayor presencia de mujeres en los sectores más afectados por la pandemia de COVID-19. Una muestra de ello es que 59 por ciento de los profesionales que trabajan en servicios de hostelería son mujeres.