Pese al gran aumento de los fenómenos meteorológicos y climáticos extremos durante el último medio siglo, que afectan de manera desproporcionada a las comunidades vulnerables, una gran cantidad de personas todavía no está debidamente cubierta por los sistemas de alerta temprana, advierte un estudio coordinado por la Organización Meteorológica Mundial (OMM).
“Los datos facilitados por 138 miembros de la Organización Meteorológica Mundial muestran que solo 40 por ciento cuenta con sistemas de alerta temprana ante múltiples riesgos. Esto significa que, en promedio, una de cada tres personas en todo el mundo todavía no está cubierta por sistemas de alerta temprana. En la actualidad, solo 75 Miembros de la OMM (39 por ciento del total) prestan servicios de predicción que tienen en cuenta estos impactos”, asegura el informe.
La publicación, elaborada por 16 organizaciones internacionales, recuerda que durante los últimos 50 años, los peligros relacionados con el tiempo, el clima y el agua causaron más de 11,000 catástrofes que provocaron dos millones de víctimas mortales y ocasionaron pérdidas económicas valoradas en 3,600 millones de dólares.
“Si bien la media de muertes notificadas a raíz de cada desastre se ha reducido en un tercio durante ese período, la cantidad de desastres registrados se ha quintuplicado y las pérdidas económicas se han multiplicado por siete”, destaca el informe.
En 2018, los fenómenos naturales provocaron que unos 108 millones de personas de todo el mundo necesitaran ayuda del sistema humanitario internacional tras tormentas, inundaciones, sequías e incendios forestales.
Además, el estudio estima que en los próximos 10 años esa cifra podría aumentar en casi un 50 por ciento, y que el costo asociado podría rondar los 20,000 millones de dólares anuales.
El informe señala dónde y cómo pueden los gobiernos invertir en sistemas eficaces de alerta temprana que refuercen la resistencia de los países a los múltiples peligros relacionados con el tiempo, el clima y el agua, y se ofrecen ejemplos de éxito.
Del mismo modo, subraya la necesidad de pasar a servicios de predicción meteorológica que tengan en cuenta las consecuencias climáticas más allá “del tiempo que hará” y evolucionando a “las consecuencias que éste tendrá”, permitiendo así a personas y empresas adoptar medidas tempranas en función de las alertas.
“Los sistemas de alerta temprana son una condición indispensable para la reducción efectiva de los riesgos de desastre y la adaptación al cambio climático. Estar preparados y ser capaces de reaccionar en el momento oportuno y en el lugar adecuado puede salvar muchas vidas y proteger los medios de subsistencia de las comunidades de todo el mundo”, afirmó el secretario general de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), el profesor Petteri Taalas.
Recomendaciones estratégicas
Por último, el informe destaca cinco recomendaciones estratégicas para mejorar la implementación y la eficacia de los sistemas de alerta temprana en todo el mundo:
- Invertir para subsanar las deficiencias de capacidad en cuanto a sistemas de alerta temprana, en particular en los países menos adelantados y en los pequeños estados insulares en desarrollo de África.
- Centrar la inversión en actividades que permitan transformar la información de las alertas tempranas en acciones tempranas.
- Velar por la financiación sostenible del sistema mundial de observación en el que se sustentan las alertas tempranas.
- Someter los flujos financieros a seguimiento para comprender mejor el destino de esos recursos, con respecto a las necesidades de implementación de los sistemas de alerta temprana y entender las repercusiones que conllevan esas asignaciones.
- Fomentar la coherencia de las prácticas de supervisión y evaluación para poder determinar mejor la eficacia de los sistemas de alerta temprana.