El sentimiento hacia los seguros de Vida y Salud ha cambiado debido a la COVID-19. Las personas son más reacias al riesgo y muestran mayor preocupación, respecto a la protección financiera, de acuerdo con datos obtenidos en el Séptimo Estudio Global del Consumidor elaborado por ReMark, que añade que la pandemia producida por el virus SARS-CoV-2 está acelerando tendencias de consumo en la industria aseguradora; de manera que la colocación de pólizas por medio de los soportes digitales, como el móvil, marca el nuevo rumbo de la distribución.
La investigación de ReMark señala que los consumidores no solo muestran su aversión al riesgo en lo que se refiere a sus vidas, sino también en su salud. No obstante, las preocupaciones sobre la protección y el nivel de demanda de seguros varían según la edad y la ubicación.
La encuesta, que incluyó a 11,000 personas en 18 países, destaca un cambio en la actitud de los consumidores hacia los seguros y el riesgo a partir de que se enfrentaban a la amenaza de la pandemia. Los resultados mostraron que los jóvenes y los países clasificados como mercados en crecimiento expresaron las opiniones más sólidas y aseguraban que su postura frente a las amenazas había cambiado, igual que el valor que le daban a las coberturas.
En tal sentido, entre los datos más relevantes, se obtuvo que 51.3 por ciento de las actitudes de la generación Z (entre 18 y 23 años) sobre la compra de un seguro de Vida y cómo adquirirlo, ha cambiado, en comparación con 22.3 por ciento de los boomers (entre 56 y 74 años).
Al respecto, Na Jia, directora ejecutiva de ReMark, explicó que “ha habido una reevaluación del riesgo en mercados en crecimiento como China, India y México, donde 60 por ciento de los encuestados afirmó que habían cambiado de opinión sobre los seguros, como resultado directo de la pandemia. El cambio exige un examen y una reflexión a profundidad sobre cómo las aseguradoras pueden servir mejor a nuestros consumidores, especialmente a las generaciones más jóvenes, en el futuro posterior a la pandemia”.
La investigación reporta que el seguro de Vida se ha vuelto cada vez más relevante y deseable debido a la protección y tranquilidad que brinda. En el 2020, 40.6 por ciento de las personas ha cambiado de opinión sobre este instrumento financiero, como resultado directo de la COVID-19, lo que podría tener importantes implicaciones futuras.
La esencia del ser
El informe destaca que la COVID-19 ha cambiado profundamente las prioridades de vida de las personas y redefinido el concepto de “esencial”. La salud es un claro ganador para aquellos consumidores conscientes de los riesgos este año. Esto es aún más prominente para las generaciones jóvenes y los encuestados del mercado en crecimiento que se han embarcado en un curso acelerado sobre el valor de la protección y la planificación a largo plazo.
Ante tal situación, cuando se trata de su salud, el ejercicio es la prioridad número uno para las personas, quienes buscan tomar el control de sus propios asuntos en este rubro, en el cual 76.4 por ciento dice que el virus les ha hecho ser más proactivos en el manejo de su propia salud y prestar atención a ella es una lección para nuestra sociedad.
El informe refiere que así como las vacunas no se pueden encontrar de la noche a la mañana, las aseguradoras pueden conectar con sus asegurados bajo una visión a largo plazo para que el futuro viva de manera más saludable. Además de los chequeos médicos regulares, la conveniencia de las aplicaciones de salud y bienestar altamente personalizados han tenido gran avance, especialmente entre las generaciones más jóvenes: 30 por ciento de las personas cree que son la mejor manera de estar más saludables.
En sintonía con nosotros mismos
En otros datos importantes, el estudio detalla que 86.1 por ciento de los encuestados cree que la salud física y mental están relacionadas; y que, a pesar del incremento en el ejercicio físico entre los más jóvenes, el estrés está más presente que en las generaciones mayores.
Asimismo, destaca que este año se ha visto un mayor porcentaje de problemas de salud mental entre la generación más joven que no se diagnostica. A nivel mundial, 66.6 por ciento de los encuestados reconoce que sufre un estigma asociado con problemas de salud mental.
El análisis puntualiza que cuando se trata de seguros, es alentador que 60.7 por ciento de los encuestados expresó su voluntad de divulgar datos de su salud mental con sus aseguradoras, siempre que se sientan cómodos con la seguridad de los datos y la imparcialidad al evaluar su situación. Con los cuestionarios en línea, el método preferido de divulgación, los consumidores también están pidiendo una opción: flexibilidad. El estudio añade que cada uno elige la opción con la que se siente más cómodo, un punto que las aseguradoras pueden mejorar.
Por otro lado, el informe revela que en 2020, la transformación digital no fue una cuestión de elección, sino una necesidad. Esto impulsa la urgencia de una transformación similar en la industria de los seguros de Vida, donde se ha observado una mayor aceptación de los canales digitales, un cambio que quizá sea permanente; ya que la suscripción más fluida y sin necesidad de exámenes médicos debería continuar. Así lo demuestra el hecho de que 65.4 por ciento de los encuestados (74.5 por ciento para los millennials) a nivel mundial dice sentirse feliz de compartir sus registros de salud electrónica para acelerar su proceso de compra.
Por último, ReMark señala que a medida que las marcas y los servicios realizan la migración en línea, las aseguradoras deben ser conscientes de la dimensión humana. En tiempos difíciles, los consumidores quieren tratar con empresas en las que puedan confiar. Entonces, concluye, ahora existe una oportunidad única para que la industria de los seguros de Vida reinvente su experiencia en una propuesta más centrada en el consumidor y afectiva, por medio de un toque humano, más personal y que cultive el poder de los datos y la automatización.