Las concentraciones de gases de efecto invernadero de la atmósfera se encuentran en niveles récord y continúan aumentado, mientras que las emisiones, que se redujeron sutilmente a causa de la COVID-19, ya están regresando a los niveles previos a la pandemia; por ello, el cambio climático avanza implacablemente y olas de calor extremo, incendios, inundaciones y sequías empeorarán y serán cada vez más devastadoras, revela un nuevo informe distribuido por la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
La investigación divulgada por la ONU y denominada United in Science, señala que todo apunta a que el quinquenio 2016-2020 será el más cálido de la historia registrada del planeta, tendencia que peligrosamente se mantendrá en los años que vienen.
António Guterres, secretario general de la ONU, apuntó durante la presentación del estudio que las medidas de confinamiento instrumentadas para mitigar el avance del nuevo coronavirus no son un sustituto de la acción climática sostenida de los países.
“Ya sea que estemos abordando una pandemia o la crisis climática, está claro que necesitamos ciencia, solidaridad y soluciones decisivas. Tenemos una opción: seguir como siempre, lo que conduce a más calamidades; o podemos utilizar la recuperación del COVID-19 como una oportunidad real de poner al mundo en un camino sostenible”, sostuvo el Secretario General de la ONU.
Por último, Guterres declaró que el planeta sigue muy lejos del rumbo para cumplir el objetivo del Acuerdo de París de limitar el aumento de la temperatura global a 1.5 grados Celsius.
“Si las cosas siguieran como están, la temperatura de la tierra subirá de entre 3 a 5 grados por encima del nivel preindustrial”, finalizó Guterres.