La pandemia que provocó el coronavirus se desencadenó en un momento en el que el mercado de reaseguro ya venía endureciendo sus precios y condiciones; sin embargo, a pesar de que la COVID-19 evolucionó de una manera acelerada, poniendo muchas situaciones fuera de control, los reaseguradores procuraron que la renovación de los contratos tuviera la menor afectación económica posible, señaló Alejandro Padilla Mariscal, director general de SOMUS Intermediarios de Reaseguro, al ser entrevistado por el periodista Genuario Rojas para su espacio digital En Directo.
No ha sido fácil, agregó Padilla Mariscal, “muchas compañías cedentes piden no bajar la guardia y que continuemos pendientes de sus requerimientos, capacidad, atención de siniestros y con buen nivel de servicio; pero al mismo tiempo solicitan renegociar los pagos de las primas, tanto por parte de las compañías como por parte de los asegurados”.
“En síntesis, la pandemia puso al descubierto quién es quién en todos los aspectos y cómo se aprovecha esta situación atípica para diferenciarse en asesoría, recuperación, siniestros, servicio y capacidad; todo dentro de un ambiente de competencia que, además, no tiene el suelo parejo para competir”, explicó Padilla Mariscal.
“Por otro lado, los riesgos emergentes, que ya eran relevantes incluso antes de la pandemia, ahora lo serán más. Por ejemplo, riesgos sociales, como alborotos y disturbios, requerirán análisis detallados para definir qué parte de ellos es asegurable y a qué precio”, dijo el entrevistado.
“Jamás imaginamos que justas deportivas de la talla de los Juegos Olímpicos, o conciertos o encuentros deportivos internacionales, entre otros eventos magnos, se cancelarían por la pandemia. Algunas reaseguradoras refieren que a marzo de 2020 ya se hablaba de una cifra cercana a los 8,500 millones de dólares en reservas para siniestros por suspensión de eventos, cuando la prima mundial total emitida para dicho riesgo es de 1,200 millones de dólares”, aseveró el director general de SOMUS Intermediarios de Reaseguro.
“Sin duda, por el cambio en el panorama, las condiciones en que se van a tener que negociar las nuevas coberturas para cancelación de eventos serán muy diferentes y muy exigentes, y más aún a causa de una pandemia”, concluyó el reasegurador.