La pandemia de COVID-19 y sus efectos colaterales produjo una disminución categórica en las ventas de automóviles y un profundo cambio en los patrones de viaje de los consumidores. Dicha coyuntura, obliga a las empresas de movilidad a diversificar sus modelos de negocio.
Tal aseveración forma parte del reporte Las cinco principales tendencias de movilidad posteriores al bloqueo, elaborado por Justinas Liuima, analista senior de industria en Euromonitor International, en el cual analiza cómo la creciente incertidumbre económica y los problemas de salud cambiará la demanda de automóviles nuevos.
Liuima refiere que la demanda de automóviles nuevos se reducirá en 20 por ciento durante 2020, como resultado de las medidas de bloqueo, la creciente incertidumbre económica y el aumento de los niveles de desempleo. Se pronostica que los mercados de automóviles nuevos en los países del sur de Europa serán los más afectados, aunque se prevé que una recuperación de las ventas mejor de lo esperado en China proporcione cierto alivio a las compañías ensambladoras con operación en la región de Asia Pacífico.
De igual modo, indica que se espera que los problemas de salud en curso afecten los patrones de viaje y el proceso de venta de automóviles. Por ejemplo, según la encuesta COVID-19 Voice of the Industry de Euromonitor realizada en abril de 2020, alrededor del 17 por ciento de los encuestados a nivel mundial planea cambiar permanentemente del transporte público a automóviles privados para reducir los riesgos para la salud.
En tal sentido, las ventas de automóviles nuevos en China también confirman que un número cada vez mayor de hogares en este país está comprando un segundo automóvil para evitar desplazamientos en transporte público. Si prevalecen tendencias similares en nuevos mercados clave, la flota mundial de vehículos podría expandirse en alrededor de dos millones de unidades para 2022.
También se espera que el cambio de comportamiento del consumidor cambie el proceso de venta de automóviles nuevos. Según los resultados de la encuesta, 28 por ciento de los consultados planea reducir las compras en la tienda de forma permanente, mientras que 54 por ciento planea aumentar las compras en línea. Las empresas de automóviles y los concesionarios tendrán que reaccionar a estos cambios e intensificar el enfoque en los canales de venta de comercio electrónico para satisfacer la demanda cambiante de los consumidores.
El análisis de Justinas Liuima revela que a pesar de la creciente incertidumbre económica, las ventas de vehículos eléctricos en los mercados de automóviles nuevos más grandes continúan funcionando bien. Se pronostica que los vehículos eléctricos mantendrán el impulso de crecimiento y se expandirán en 25 por ciento en promedio anual entre 2019-2025, respaldados por estándares ambientales más estrictos, lo que aumentará el atractivo para los compradores de flotas y los subsidios gubernamentales.
Apunta asimismo que para estimular la demanda de automóviles nuevos, China amplió los subsidios a los vehículos eléctricos hasta 2022, mientras que el gobierno de Alemania confirmó los subsidios a los compradores de vehículos eléctricos de hasta 6,000 euros en junio de 2020. Gracias a los subsidios extendidos, 2020 también podría ser un punto de inflexión para la adopción de vehículos eléctricos y acelerar la transición hacia esta clase de unidades. A nivel mundial, se prevé que los automóviles ecológicos tengan una participación del 9 por ciento en el mercado de automóviles nuevos en 2020 y una tasa de penetración de mercado del 62 por ciento en 2040.
Por otro lado, y antes del brote de COVID-19, se fomentaba el transporte público y la movilidad compartida como métodos sostenibles de viaje que pueden reducir significativamente la huella de carbono. Sin embargo, esto ha sido moderado, ya que las medidas de distanciamiento social y los problemas de salud han desalentado el uso del transporte público.
Además, la disminución del número de pasajeros ha resultado en grandes pérdidas financieras para los municipios y otros operadores de transporte de tránsito masivo. Estas pérdidas agregan más incertidumbre para los operadores de transporte público, ya que menos recursos financieros podrían restringir las inversiones futuras y el desarrollo de las redes de transporte público. No obstante, el transporte público sigue siendo la opción de movilidad más atractiva en las ciudades más grandes y las medidas de salud e higiene más estrictas podrían ayudar a aliviar los problemas de salud de los viajeros.
Operadores de movilidad compartida cambiarán su enfoque
La pandemia de COVID-19 ha tenido un efecto severo en las empresas que ofrecen viajes compartidos, bicicletas y otras soluciones de micro movilidad. Por ejemplo, uno de los principales actores de la industria de los viajes compartidos, Lyft, informó que su tasa de pasajeros disminuyó 75 por ciento en abril de 2020. Esto creó problemas financieros y de liquidez para muchas empresas, lo que resultó en una disminución de las flotas y detuvo los planes de expansión. Además, las medidas sanitarias y de higiene más estrictas incrementaron los costos operativos.
A pesar de los desafíos, Euromonitor International considera que las perspectivas para la industria de la movilidad compartida siguen siendo positivas, ya que se prevé que muchos de los principales actores reanuden sus planes de expansión hacia fines de 2020. También se estima que el efecto de COVID-19 hará que la industria de la movilidad compartida sea más fuerte y resistente en el futuro, ya que muchas empresas comenzaron a diversificarse y ofrecer servicios adicionales, como entrega de alimentos o paquetería, así como servicios de pago.
Finalmente, la analista senior de Euromonitor International cita que las empresas de automoción y tecnología realizaron mejoras significativas en la conectividad de los vehículos y la inteligencia artificial; sin embargo, se espera que la pandemia de COVID-19 retrase el lanzamiento de vehículos totalmente autónomos.
“Debido a las crecientes pérdidas en la industria automotriz, muchas empresas comenzaron a enfrentar problemas de liquidez y tendrán que revisar sus futuros programas de inversión. Es probable que estas empresas retrasen o cancelen algunos de sus programas de vehículos autónomos, ya que los programas aún se encuentran en una etapa incipiente y ayudarían a liberar más flujo de caja”, detalla la investigación.
Por último, el análisis de Euromonitor International recuerda que la legislación sobre vehículos autónomos sigue siendo otro obstáculo y es probable que los debates y los cambios legislativos se retrasen, puesto que los países se enfrentan ahora a problemas económicos y sanitarios más urgentes. En función de estos factores, concluye, se prevé que el lanzamiento de vehículos totalmente autónomos se retrasará hasta 2030.