Dada la situación actual de crisis económica debido a la pandemia y a la situación misma del país, el uso de créditos para la industria, servicios y comercio se vuelve cada vez más necesario. El seguro de Crédito es una herramienta financiera que apoya estratégicamente al negocio.
En las empresas, cuanto mayor sea la garantía de que una deuda se cubrirá, menores serán las cuentas por cobrar y se fortalecerá la rentabilidad.
Entonces podemos decir que el seguro de Crédito protege del perjuicio que la falta de pago por la venta de mercancías o servicios puede causar a la empresa, tanto en las exportaciones como en el mercado nacional.
Existen muchos tipos de pólizas dentro del seguro de Crédito, pero podemos resumir su cobertura en los siguientes puntos:
· La insolvencia jurídica, por una suspensión de pagos, quiebra o concurso mercantil.
· La mora prolongada, debida a otra causa comercial, como decisiones políticas y cambios legislativos.
· La suspensión, en los ámbitos nacional e internacional, de medios de pago, como transferencias, cartas de crédito, cheques, etc.
En resumen, el seguro de Crédito ofrece los siguientes beneficios:
· Contar con información detallada sobre la calidad crediticia de los clientes.
· Hacer un análisis del riesgo financiero de la empresa y la solvencia de los clientes.
· El seguro de Crédito funge como una garantía.
· Reduce las cuentas por cobrar.
· Apoya a nuevos mercados y productos.
· Apoya en la cobranza.
· En el caso de las cuentas incobrables, la aseguradora indemniza garantizando la continuidad del negocio.
· Garantiza el flujo de caja.
Siendo el seguro de Crédito un producto de alta especialidad, existen instituciones de seguros que se dedican (y con mucho éxito) a él. Para ello requieren a agentes de seguros especializados en el tema.
Es por ello por lo que el Imesfac en el mes de agosto lanza el curso de preparación para la acreditación del ramo de seguro de Crédito ante la Comisión Nacional de Seguros y Fianzas (CNSF).