Primeramente, agradezco la invitación a colaborar con estas líneas en un medio tan importante en el ámbito asegurador. Debo decir que hoy en día nuestra sociedad y el mundo en general están viviendo una etapa muy complicada. La razón de esta situación es por todos conocida: la pandemia de la enfermedad COVID-19, una crisis de salud que ha causado graves pérdidas materiales e incontables decesos en todo el mundo.
Se ha iniciado, y seguramente aumentará, una crisis económica sin precedentes. Toda esta situación ha modificado radicalmente nuestra cotidianidad. En nuestra labor profesional como promotores tenemos la ventaja de poder seguir trabajando en esta difícil situación. A pesar de esta gran complicación, debemos seguir realizando nuestra labor con ciertas modificaciones en las formas, mas no en la esencia. Esta etapa tan difícil que hoy vivimos nos lleva a utilizar los medios digitales para continuar nuestra labor diaria y nos obliga a convertirnos en promotores más profesionales, puntuales y concretos en nuestro día a día.
Debemos recordar hoy más que nunca los básicos de nuestra labor: prospección, reclutamiento, desarrollo, ciclo de ventas, referencias, manejo diario de agenda, seguimiento y administración de nuestro negocio, incluyendo principalmente la motivación y el seguimiento del bienestar de nuestros agentes y colaboradores. Para muchos de los promotores, así como para varios de nuestros prospectos y clientes, resultará complicada esta mutación que nos fuerza a trabajar con las nuevas tecnologías digitales, pero es momento de entender que hoy la forma de realizar nuestro negocio ha cambiado.
A este cambio nos debemos adaptar necesariamente y con la mayor brevedad. Es importante ser conscientes de las ventajas que obtendremos si logramos una adaptación rápida:
– Ahorro en oficinas y en tiempo de traslados.
– Incrementar el número de citas y entrevistas.
– Contacto con nuestros colaboradores, aunque estén lejos.
Sin duda, este difícil tema también nos traerá más objeciones reales con nuestros prospectos y clientes, falta de flujo y de liquidez e incertidumbre laboral (que debemos convertir en oportunidad para mostrarles a los aspirantes a agentes las bondades de nuestra carrera). Deberemos escuchar a nuestros prospectos y clientes, ser empáticos, pacientes y muy profesionales para sensibilizarlos y hacerles un análisis adecuado de necesidades financieras que se ajuste a sus metas y presupuestos, enfatizando que la prevención, protección y ahorro, que son los pilares de nuestros productos, deben convertirse en prioridad dentro de nuestro estilo de vida.
Se dice que, una vez que se asimilan las crisis, éstas traen consigo nuevos modelos de negocio, innovaciones, creatividad y talento. Es por esto por lo que hoy debemos dominar las nuevas formas de nuestro negocio pero respetando su esencia.