Sólo por hoy (o por ahorita)

Charlemos seguros

El asegurador

 

En días pasados, Roberto, un agente de seguros, me comentó: “Me  siento muy preocupado por la situación. El panorama económico del país y del mundo  no nos ofrece ninguna esperanza, y tengo momentos en los que no sé cómo enfocarme o cómo reaccionar”.

No en balde, a esta etapa que estamos viviendo se la  ha bautizado como VICA (volatilidad, incertidumbre, confusión y ansiedad);  y, sin temor a equivocarme, pienso que todos hemos presentado en diferentes momentos estas emociones; no obstante, siempre podemos apelar a la capacidad que como seres humanos tenemos para lidiar con cualquier desafío que la vida nos presente.

¿Cuál podría ser una vía para enfrentar las adversidades? En mi opinión, se trata de fortalecer nuestro mundo interior,  concepto acuñado desde los estoicos  como la “ciudadela interna”; es decir  que, aun cuando el mundo externo presente situaciones complejas o  enmarañadas, los hombres tenemos la capacidad de acudir a esa fuerza de voluntad interior, que  debe ser invulnerable.

En siglos anteriores, un ejército acudía a una ciudadela fortificada después de un combate difícil y complejo, y era ahí donde  reposaba, reflexionaba y volvía a tomar energía para el siguiente día de batalla.

Aun cuando el mundo nos desgaste, es necesario acceder a nuestro mundo interno, a nuestra fortaleza endógena para, si es posible, encontrar respuestas, fortalecer nuestro espíritu, retomar energía y continuar el camino.

Toma tiempo y esfuerzo la construcción de la ciudadela interna,  y son muchos los elementos arquitectónicos  que la componen. Uno de ellos es el enfoque en el presente.

Schopenhauer ya lo expresaba: “Pasado  y futuro son sólo juegos del pensamiento”.

Una de las compañías más exitosas del mundo, Walt Disney, fundada tiempo antes de la crisis de 1929, se mantuvo sólida en la Gran Depresión porque no permitió que los problemas de aquella época la afectaran. Y su secreto fue enfocarse en las actividades que correspondían a cada  día. 

En vez de enfocarse en resultados a largo plazo, en Disney se mantuvieron constantes en las tareas que se debían  realizar por día.

Una máxima de   Alcohólicos Anónimos es enfocarse en el día que se vive, en el presente, y nada más.   Hacer lo que corresponde a ese solo día:  “Sólo  por hoy decido no tomar”. El programa de los famosos 12 pasos  contiene, según mi percepción,  varios puntos que podríamos adoptar en nuestra vida diaria (aun siendo libres de adicciones), y creo que uno de ellos es esta habilidad para cumplir tareas o compromisos por día. Más aún, yo fragmentaría esa máxima todavía más a “sólo por ahorita”. La técnica japonesa kaizen dice  que podemos enfocarnos en  cumplir nuestras metas si tan sólo somos capaces de cumplir un minuto de nuestros propósitos. El brinco entre   hacer y no hacer  se determina por un minuto. Si te es complejo pensar en las actividades que debes llevar a cabo en  un día entero, comienza por las que corresponden a las horas o las que consumirán sólo  minutos de tu vida, pero comienza.

Construir nuestra propia ciudadela toma tiempo y dedicación, y de cada uno de nosotros depende darle mantenimiento, reforzarla y guarecerse en ella cuando sea necesario.

Los estoicos confiaban en que, si robustecían su fortaleza interna, nada externo podía alterarlos. Expresaban: “Pase  lo que pase, sé que estaré bien; de mí  depende”.

Las opiniones expresadas en los artículos firmados son las de los autores y no reflejan necesariamente los puntos de vista de El Asegurador.

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