- Existe la enorme posibilidad de que la esperanza de vida no haya llegado a su máximo histórico, alerta Fundación Mapfre
- En la actualidad hay mínimo apoyo social para tratar padecimientos como la ansiedad y la depresión
- Hábitos de vida poco saludables, escasa actividad física y elevado consumo de alcohol y tabaco, entre las circunstancias agravantes
Por: Marcos Medina
@MmedinaMarcos
Aunque la esperanza de vida va en aumento, los adultos mayores cada vez más presentan enfermedades crónicas, un alto consumo de medicamentos y limitaciones físicas o cognitivas, lo que vuelve indispensable poner en marcha programas de prevención ante situaciones de riesgo que podrían incrementarse en las próximas décadas como consecuencia de la evolución de las estructuras demográficas y las transformaciones sociales en curso que los países experimentan.
La afirmación anterior representa el alarmante diagnóstico que identificó Fundación Mapfre y que forma parte de una investigación denominada Salud en la vida adulta y su relación con el envejecimiento saludable, en la cual el organismo señaló que hábitos de vida poco saludables, escasa práctica de actividad física y un elevado consumo de alcohol y tabaco son las principales causas por las cuales los adultos mayores no tienen una vejez sana.
El diagnóstico de la firma, en el que se evaluó a la población que habita en España y en países escandinavos y occidentales del continente europeo, detalló que el aumento de la longevidad en las naciones industrializadas ha venido acompañado de una serie de cambios demográficos y sociales que están modificando radicalmente tanto el perfil de la salud de los adultos mayores como las oportunidades para mantener y extender la calidad de vida durante la vejez.
Fundación Mapfre asegura asimismo que el desplazamiento de la morbilidad hacia edades longevas reduce el periodo de la vida durante el cual se padece algún tipo de limitación física o cognitiva grave; sin embargo, insiste en que se ha modificado la comorbilidad en edades avanzadas, y observa que por eso hoy en día resulta muy común ver que las enfermedades mentales y del sistema nervioso experimentan un preocupante aumento en su incidencia, en contraposición a los padecimientos crónicos y degenerativos.
Por si fuera poco, agrega Fundación Mapfre, mientras la longevidad sigue creciendo, existen suficientes evidencias de una profunda disminución del tiempo de vida exento de discapacidad, esto es, años disfrutados con salud y sin limitaciones.
Fundación Mapfre advierte que en la actualidad se está produciendo un cambio demográfico sin precedentes, ya que un porcentaje muy alto de la población vive más de 65 años; por ello, se prevé un aumento en la probabilidad de sufrir algún tipo de discapacidad al llegar a la vejez y, en consecuencia, experimentar situaciones de dependencia, así como un incremento en la demanda de cuidados médicos.
El estudio divulgado por la firma detalla que el porcentaje de población que presenta multimorbilidad (es decir, dos o más enfermedades crónicas diagnosticadas) está aumentado entre las mujeres y a medida que su edad avanza.
Fundación Mapfre estima que en la actualidad existen interesantes indicadores relacionados con los hábitos de consumo, como el tabaquismo y el alcoholismo. En tal sentido, puntualiza que los hombres de 50 años o más fuman y consumen alcohol en una proporción mayor que la población femenina de la misma edad; no obstante, en los últimos tiempos las mujeres de edades comprendidas entre 50 y 64 años han ido cambiando sus vicios y se han asemejado al género masculino, pues adoptaron hábitos históricamente asociados a los varones.
En lo que se refiere a los factores que inciden en el estado de salud, el estudio destaca que padecer limitaciones físicas para llevar a cabo actividades de la vida diaria, así como sufrir enfermedades crónicas y sentir dolor y malestar, es denominador común en todos los grupos analizados y tiene un peso considerable en la valoración de la propia salud de la muestra analizada.
Alarmantemente mortales
La investigación de Fundación Mapfre pronostica que las enfermedades con mayor peso en la mortalidad de adultos mayores serán las relativas al aparato circulatorio, los tumores y el sistema respiratorio. Además, resalta que algunos padecimientos —como las afectaciones mentales y las enfermedades del sistema nervioso y de los sentidos— presentan un alarmante y rápido crecimiento.
El estudio de la institución apunta que el padecimiento causante de muerte que ha crecido exponencialmente son los tumores. Dichas alteraciones celulares, continúa el análisis, son más frecuentes en laringe, tráquea, bronquios y pulmón; no obstante, aclara que la mortalidad está disminuyendo en los hombres de edades comprendidas entre 65 y 79 años.
El documento de Fundación Mapfre detalla que la mortalidad masculina es causada en mayor medida por los tumores y las enfermedades respiratorias; de ahí que la evolución en los tratamientos para contrarrestar los tumores malignos determine el aumento o estabilización de la esperanza de vida en los próximos años.
Si bien las mujeres exhiben una situación privilegiada en cuanto a la intensidad y recurrencia de los padecimientos asociados a tumores y problemas respiratorios, cuando se evalúan enfermedades nerviosas y mentales se obtienen resultados muy diferentes, revela Fundación Mapfre.
El estudio recalca que en las mujeres con más de 90 años hay sobremortalidad debido a estas causas; sin embargo, acentúa que dicha tendencia no se mantiene en personas del género femenino más jóvenes.
Nuevas amenazas
El estudio que difundió Fundación MAPFRE es enfático al aseverar que la ansiedad y la depresión, además del dolor y la limitación en la movilidad, son padecimientos que restan salud y calidad de vida en la tercera edad; empero, subraya que en la actualidad existe un mínimo apoyo social para tratar este tipo de afecciones.
La investigación explica que episodios como la ansiedad o la depresión aún no son clasificados como dolencias generalizadas en la población, pese a que cada día son más comunes en mujeres con edades avanzadas.
De otro lado, el análisis también se refiere a las enfermedades crónicas diagnosticadas. La investigación suscribe que a partir de los 50 años el porcentaje de población sin ninguna enfermedad crónica desciende abruptamente, y añade que a partir de los 65 años el número de personas con dos o más enfermedades crónicas aumenta.
Por último, la investigación informa que la población perteneciente a la tercera edad es la más propensa al consumo de medicamentos, ya que la aparición de enfermedades y su agudización generan el uso de tratamientos farmacológicos que aseguren y extiendan la supervivencia del organismo; sin embargo, precisa, uno de los problemas más comunes, asociado al consumo de medicamentos, es la ingesta simultánea de varios fármacos y sus colaterales consecuencias sobre la evolución de las enfermedades.
En la parte final del estudio, Fundación Mapfre alertó respecto a que la toma de varios fármacos, prescritos o no, muchas veces no soluciona, sino que agrava los síntomas de las dolencias, repercutiendo negativamente en el estado de salud tanto objetivo como percibido, independientemente de que se logre prolongar la supervivencia del paciente.