El aislamiento social ocasionado por la pandemia derivada del coronavirus ha desencadenado problemas colaterales relacionados con la salud mental de millones de empleados, de acuerdo con una encuesta realizada por Workana, empresa líder en contratación de personal en Latinoamérica, que revela que 40 por ciento de los profesionales entrevistados se sienten más ansiosos o deprimidos debido a la distancia social. Ante esta situación, añade el reporte, resulta conveniente que los líderes implementen métodos que disminuyan tales padecimientos en sus colaboradores.
De acuerdo con la encuesta, independientemente de cuál sea la modalidad laboral (presencial o a distancia), la prioridad del trabajador está en generar un equilibrio entre el empleo, las tareas domésticas, convivir con la familia y descansar. En tal sentido es recomendable que los líderes acerquen a los empleados herramientas que los fortalezcan personalmente; por ejemplo, uno o dos viernes al mes, clase en línea de meditación, baile o yoga para que se distraigan y liberen el estrés acumulado de la rutina diaria.
Asimismo, los especialistas en contratación recomiendan establecer metas de productividad que le permitan al trabajador tomar un día libre, sin que afecte a los resultados establecidos. Además, aseguran que tener acciones fuera de lo laboral minimiza el estrés y la ansiedad; y hace conocer al trabajador el rol clave que desempeña para ella.
En este sentido, las empresas han tomado medidas diferentes para integrar a sus colaboradores a pesar de la distancia; sin embargo, cada organización tiene su esencia y a su vez, los empleados cumplen con algo de ella. Recuperar o pulir procesos para integrar al equipo en el camino hacia la nueva normalidad puede resultar positivo para la empresa. Por esa razón, los especialistas en gestión de talento recomiendan tres puntos que permitirán guiar por el camino positivo a los equipos:
- Mantener y fomentar el diálogo. No dejes de realizar videollamadas, enviar mensajes o correos electrónicos que mantengan informados a los colaboradores y refuercen el sentimiento de equipo. Hay personas que se sienten cómodos con instrucciones y proyectos delimitados, en cambio, para otros, estas acciones lo harán sentir inseguridad.
Comparte decisiones y noticias más allá de lo que se aclaró en una junta o se trató en el seguimiento de actividades; por ejemplo, cambios estratégicos con un cliente, sentimientos positivos o negativos sobre acciones o felicitaciones públicas por logros alcanzados.
- Reforzar los hábitos saludables. Es común que la sobrecarga de trabajo haya logrado que algunos límites se rebasaran, pero no es sano hacer de estas malas prácticas una costumbre. Vuelve al respeto de límites y privacidad del equipo, recalca que los días de trabajo a deshoras fueron necesarios, pero no es una actividad que deba fomentarse, ni continuar.
Acuerden horarios y reglas para que el límite entre lo personal y lo profesional no desaparezca, esto permitirá recrear un ambiente seguro y confiable para que los colaboradores compartan las dificultades de su día y generen juntos las mejores soluciones posibles. Si en el equipo hay profesionales con niños toma en cuenta que sus desafíos son otros y necesitan conciliar la demanda laboral.
- Reconocer y empatizar. Realizar home office en aislamiento es distinto a cualquier otra modalidad antes descrita, y a partir de ahora el equipo vivirá en constante adaptación; por lo que los líderes deberán recordar las personalidades de sus empleados, sus realidades y generar procesos más flexibles.