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Productos duraderos y cuidado de la salud, las tendencias de consumo post-COVID-19

El Asegurador

 

Dos de las grandes prioridades globales que se buscarán alcanzar una vez controlada la COVID-19, estriban en la reactivación de la economía y en la recuperación de la normalidad en la vida de la población; no obstante, se vislumbra que el mundo no será el mismo que conocíamos antes del confinamiento, por ello, la era de consumo post pandemia estará regida por productos duraderos, sostenibles y asociados al cuidado de la salud, indica Oppino, consultora especializada en innovación.

Al respecto, Pedro Moneo, CEO y fundador de Oppino, afirma que “no sabemos cómo será ese mundo, pero tenemos herramientas digitales para intentar predecirlo”.

Las tendencias identificadas por Oppino están agrupadas en el informe titulado RESTART: 10 Post COVID-19 Trends, las cuales compartimos a continuación con usted, estimado lector: 

  1. Hipocondría social: bienestar, salud e higiene, para nosotros y nuestros seres queridos. La hipocondría se convertirá en una palanca para innovar en la industria de la salud, los cuidados y el bienestar. Veremos diagnósticos asistidos y tratamientos personalizados. La medicina preventiva se afianzará de varias formas; por ejemplo, generaremos más datos, que evaluarán profesionales, quienes estarán ayudados por sistemas de inteligencia artificial (IA) para personalizar los tratamientos. 
  2. Low cost con valores y alargascencia programada: La crisis del coronavirus ha demostrado que la economía, nacional e individual, es frágil. La gente será más ordenada desde el punto de vista financiero, lo que favorecerá la aparición de nuevos métodos de ahorro y productos enfocados al medio y largo plazo; es decir, se abre una gran oportunidad para la industria financiera y las fintech. Quizá la recesión nos obligue a ganar menos, lo que fomentará la vida low cost, en la cual se poseerán cada vez menos cosas. Será la era de la alargascencia programada, un terreno fértil para la industria y el gran consumo.
  3. Economía del reconocimiento: los nuevos héroes. Más allá del profesional sanitario, los héroes del nuevo mundo serán los transportistas, los trabajadores de supermercados, el personal de limpieza, los cuidadores de personas mayores y las distintas fuerzas de seguridad. Tendremos que poner en valor sus servicios, lo que será una oportunidad y un desafío para la industria de la alimentación, la logística y los bienes de primera necesidad.
  4. Servicio Básico Universal: La pandemia de la COVID-19 podría impulsar el concepto de los servicios básicos universales; y a medida que diferentes servicios se aproximen a costo marginal cero, empresas y gobiernos tendrán la oportunidad de crear versiones gratuitas para los más desfavorecidos. Además, estos servicios podrán convertirse en un gancho comercial para conseguir nuevos clientes.
  5. Digital por defecto: El teletrabajo masivo ha llegado a la fuerza y para quedarse. Las relaciones en remoto, tanto laborales como comerciales, serán más habituales y se convertirán en un catalizador para atraer talento. El consumo digital se disparará, las empresas y sus modelos operativos tendrán que adaptarse con automatización masiva. Este cambio vendrá reforzado por economía de costos, por necesidad de crear productos ultrapersonalizados, y por responder a contingencias que limiten la disponibilidad de personas.
  6. Patriotismo industrial: En los próximos años, tanto ciudadanos como gobiernos serán más proteccionistas en sus hábitos de consumo o tendrán que redefinir su cadena de suministro; lo cual generará una gran oportunidad para impulsar a diversas industrias. La globalización tendrá que redefinirse por razones medioambientales, sociales y estratégicas.
  7. La economía de la sostenibilidad: Tras la pandemia, gobiernos, empresas y ciudadanos recuperarán la lucha contra el cambio climático. Se avecina una recesión económica, pero las organizaciones que no sean sostenibles pueden perderlo todo. La sostenibilidad se convertirá en el nuevo gran pilar de los valores corporativos y personales.
  8. Business Future Thinking: Estrategia empresarial más futurista, colaborativa y abierta. A partir de ahora, la gestión empresarial manejará escenarios más o menos apocalípticos con planes de contingencia.
  9. Capitalismo en la slow society: La ralentización que estamos viviendo nos obligará a redefinir los índices de desempeño por los que medimos a las empresas. Puede que veamos cosas nuevas, acordes con la previsión de beneficios de sus siguientes cinco años, que para algunos sectores serán sensiblemente inferiores.
  10. Desconfianza masiva: El mundo actual, falto de liderazgo intelectual, cultural y ético, necesitará nuevos referentes. La credibilidad de las fuentes de información se volverá estratégica, igual que la transparencia y el conocimiento profundo, elementos que deberán convertirse en los nuevos valores y pilares para cualquier marca que quiera sobrevivir. Gobiernos, empresas, medios de comunicación ya no podrán basarse en estrategias frívolas y populistas. En síntesis, mentir dejará de ser una opción.

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