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Más de la mitad de los mexicanos es propenso a contraer COVID-19 por alto índice de obesidad

El Asegurador

 

De acuerdo con datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en México, siete de cada 10 personas padecen sobrepeso y obesidad, que se atribuyen en gran parte, a los malos hábitos de alimentación y la falta de ejercicio físico, lo cual provoca que alrededor de 70 por ciento de la población de este país sea más propensa a contraer COVID-19, en comparación con otros países del mundo.

En tal sentido, la OMS indica que padecer sobrepeso y obesidad genera un proceso inflamatorio interno de baja escala pero crónico, que ocasiona efectos negativos sobre los componentes del sistema inmunológico y su funcionalidad. Ante este escenario, las defensas no actúan de manera eficiente y aumenta la posibilidad de que el paciente contraiga el virus SARS-CoV-2; es decir, cómo este segmento de la población no tiene un normopeso (peso saludable), aumentan las posibilidades de complicaciones por coronavirus y su letalidad.

Al mismo tiempo, la revista médica The Lancet respalda esta teoría y explica que tener las defensas debilitadas hace más probable el desarrollo de una neumonía vírica grave; aunado a esto, los cambios inmunológicos que se producen en la obesidad afectan a la secreción de anticuerpos.

“La obesidad y el sobrepeso a su vez generan otros trastornos en la salud como diabetes e hipertensión, por mencionar algunas, que de no ser controladas o cuidadas, originan una mayor probabilidad de complicaciones al contraer el virus; por eso, el riesgo de morir una vez que se han infectado aumenta“, anota la investigación.

En otras palabras, la tasa de mortalidad y letalidad que acusa México es más alta, en comparación con otros países. Esto es así, en primer lugar, porque las enfermedades cardiovasculares complican los síntomas de la COVID-19, sin perder de vista que mucho de los que padecen obesidad y sobrepeso en el país no tienen control sobre dichos padecimientos. 

Altos costos

El aumento de la obesidad constituye un grave problema de salud mundial y de desarrollo económico, refiere el Banco Mundial, que detalla que de 7,500 millones de habitantes en el mundo, hay más de 2,000 millones de personas afectadas con esta afección en el orbe y cuatro millones de muertes anuales por esta causa. Además, se triplicó su prevalencia a escala global desde 1975. 

El organismo mundial cita que es imprescindible poner fin al mito de que el exceso de peso es un problema de los países de ingreso alto; pues más de 70 por ciento de los adultos obesos, vive en países de ingreso bajo o mediano; y más de 55 por ciento del aumento mundial se registra en zonas rurales.

Por otro lado, la información del Banco Mundial también detalla que los devastadores efectos y la carga de la obesidad seguirán afectando a los pobres; además de que el padecimiento puede conducir a cánceres, diabetes y otras enfermedades crónicas.

En conclusión,  la institución alerta que la obesidad acarrea mayores costos a la atención médica; ocasiona menor productividad laboral y jubilación anticipada; así como mayor discapacidad y muertes prematuras. 

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