Es poco probable que la demanda de viajes aéreos en el mundo alcance los niveles que registraba antes de la pandemia de la COVID-19; por lo que las aerolíneas y el sector turismo deben prepararse a la nueva normalidad de la humanidad, ya que los viajeros no sentirán confianza de subirse a un avión antes de seis meses, afirmó en un comunicado la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA).
La IATA detalló que llevó a cabo una encuesta en 11 países que arrojó que 40 por ciento de las personas consultadas reconoce que solo estaría dispuesta a tomar un vuelo después de seis meses de que se logre controlar la diseminación del SARS-CoV-2.
De acuerdo con el organismo, es indispensable que la industria aeronáutica sea consciente de que incluso después de que se logre frenar la propagación de la COVID-19, la población en general afrontará una crisis económica de considerables proporciones, sin perder de vista que, añade, tendrá serias dudas sobre las medidas sanitarias que existirán en las aeronaves.
Alexandre de Juniac, director general de la IATA, consideró que es muy difícil que se registre un repunte inmediato de la caída “catastrófica de la demanda de los vuelos”, ya que, afirmó, es factible que las personas quieran viajar, pero lamentablemente no tienen certeza económica en la actualidad.
Por último, la IATA alertó que los ingresos de las aerolíneas han sufrido una estrepitosa caída de hasta 55 por ciento, en lo que se refiere a su rentabilidad durante 2020.