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Nace Muisa con el objetivo de promover el desarrollo profesional y personal de las mujeres

El Asegurador

 

Estadísticas que circulan en el sector asegurador revelan que las mujeres ocupan 60 por ciento de la fuerza laboral de esta industria; no obstante, solo 12 por ciento de ellas ocupa posiciones ejecutivas,  a pesar de que numerosas investigaciones comprueban que las empresas con mayor presencia  de mujeres en todos los niveles jerárquicos se benefician con un mejor ambiente laboral, obtienen mejores resultados financieros, innovación y desempeño de grupo y mejor manejo del  talento. Además de que reflejan  la realidad del mercado y se forman una buena reputación.

Ante esta situación, y para tratar de que las mujeres obtengan  mejores posiciones en la industria, nace  Mujeres por la Igualdad en el Sector Asegurador (Muisa).  El objetivo de este organismo es contribuir a que las empresas del sector asegurador promuevan el desarrollo profesional y personal de las mujeres y se transforme la mentalidad de los integrantes de la industria para alcanzar un incremento de  la participación de las mujeres en posiciones de liderazgo y toma de decisiones.

El comité ejecutivo de Muisa está integrado por Pilar Fernández  como presidenta; Valentina García, vicepresidenta; Marcela Abraham, secretaria;  Kitzia Ramírez, tesorera;  y María Fernanda Alonso, responsable de Gobierno Corporativo.              

En entrevista con El Asegurador, Pilar Fernández dijo que en el sector  seguros sí hay muchas mujeres, pero no en  niveles altos. “Lo que queremos es que ahí las haya, y no por el simple hecho de pretender  la representación    de 50 por ciento, sino por su talento y  capacidad, y porque creemos que las mujeres aportan mucho talento  a una  organización. Está demostrado que todos los índices financieros suben mucho cuando hay mujeres en posiciones directivas”, recalcó.            

Fernández explicó con más detalle esta situación de desigualdad: “Analizando por qué las mujeres no llegan a niveles altos, vimos que hoy ellas van mucho más a la universidad y tienen una preparación sólida, pero la sociedad en la que están inmersas definitivamente  no es imparcial. Su familia, el entorno completo, en una palabra,  no les permite crecer. Y, cuando miramos hacia posiciones jerárquicas elevadas, siempre nos han dicho no”.               

La presidenta de Muisa agregó que una parte importante de su labor es decirles a las mujeres que sí pueden. Otra   es propugnar el crecimiento de ellas  en las empresas y su capacitación para allanarles el camino. Es decir, “vamos a platicar en las empresas para que dejen que las mujeres existan, se solidaricen  con ellas y crezcan a la par. Deseamos que las dejen actuar con entera libertad y autonomía, porque ellas van a demostrar que sí pueden”, explicó.     

Por otro lado,  Pilar Fernández indicó:  “Las organizaciones tienen que ayudar a que las mujeres, y hoy también los hombres, tengan una vida profesional y personal mucho más balanceada. Las mujeres pueden  hacer homeoffice u otro tipo de actividades desde casa, pues a veces para ellas ir a las oficinas es un poco más complejo”.

La presidenta de la nueva asociación detalló que las empresas “deben empezar a pensar en modos alternativos para que la mujer y el hombre se desarrollen en la empresa. Estamos convencidas  también de que hoy los hombres jóvenes,  las nuevas generaciones quieren una empresa reconocida, que sea incluyente, profesional. Y ellos mismos lo empiezan a demandar, no solo las mujeres. Hombres y mujeres quieren una empresa equitativa, justa e imparcial en el trato hacia los géneros. Desean  sentirse orgullosos de estar ahí”.

“Eso es lo que tratamos de hacer: que las empresas nos quieran a todos. Porque, si no, van a dejar de existir. Al final, lo que buscamos es su sustentabilidad. Sin ese cambio que tienen que hacer, no van a ser sustentables”, advirtió Fernández.

Al cuestionarle cuál sería el principal reto al  que se va a enfrentar Muisa, la presidenta de la organización señaló que uno de ellos, porque son muchos, es que las propias mujeres se den cuenta de  dónde están, que se empiecen a medir. Mucha gente no se mide. Mídete, ponte una meta de crecimiento normal, para que vayas avanzando. Otro  de los retos más grandes es   que las empresas se vuelvan conscientes de que la mujer les puede traer muchas cosas benéficas. Como ejemplo, ella es la primera que decide el consumo en el hogar. Si tienen mujeres, van a saber qué quieren y qué necesitan,  tendrán nuevos productos. Además, son  innovadoras, tienen mucha capacidad administrativa y con ellas se logra una  buena rendición de cuentas. 

Hay que aprovechar ese talento que se está quedando fuera. Porque dejas a un lado el 50 por ciento de toda esa capacidad  que tiene el país. Éste   es nuestro reto:  que ellas se enteren de  dónde están, de  los beneficios que esta toma de conciencia les puede  traer  y de que ya no pueden cerrar los ojos. Ya no estamos encerradas. Hace muchos años, si no se veía a las  mujeres en el ámbito público, nadie se preocupaba. Creo que hoy ni los hombres nos van a dejar porque ellos tampoco desean eso. Ése  es nuestro reto.

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