La rápida propagación del COVID-19 ha ocasionado un verdadero bombardeo de información a través de los medios de comunicación, una situación que en muchas ocasiones puede incrementar los sentimientos de ansiedad, estrés y tristeza; por ese motivo, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) publicó una serie de recomendaciones, de tal manera que se pueda establecer una conversación franca con la población en estado de niñez y se logre sortear la delicada situación de la pandemia en curso.
Para comenzar, la Unicef recomienda a los padres empezar la conversación preguntando a sus hijos qué saben sobre la enfermedad. Si son muy jóvenes y todavía no son conscientes de la aparición del brote puede que no sea necesario plantear el tema, pero es un buen momento para recordarles medidas básicas de higiene.
La Unicef alerta que es vital no minimizar o evitar las posibles preocupaciones que puedan tener los niños. En tal sentido, exhorta a los líderes familiares a comprender sus sentimientos; de manera que se explique que es natural sentirse asustado ante este tipo de situaciones. Aparte de prestarles la máxima atención, también es necesario que comprendan que pueden hablar sobre el tema con usted o con sus profesores cuando quieran.
Aunado a lo anterior, la Unicef desarrolló ochos consejos indispensables que deberían considerarse; de modo que sea explicada a los niños la coyuntura provocada por el COVID-19 de forma clara y segura:
- Hágale preguntas abiertas y escúchelo.
- Sea honesto: explíquele la verdad de la forma más adecuada para su edad.
- Enséñele a protegerse a sí mismo y a sus amigos.
- Dele consuelo.
- Averigüe si está siendo víctima de estigmas o si los está difundiendo.
- Busque a personas que puedan ayudarlo.
- Cuídelo.
- Tenga conversaciones cercanas y atentas.