La Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar) considera que apenas 24 por ciento de los mexicanos que pertenecen al régimen de jubilación de la Ley del Seguro Social de 1997 (Generación Afore) tendrá derecho a una pensión; por lo tanto, 76 por ciento de este conglomerado obtendría una negativa de pensión al llegar a la edad de retiro.
Los hallazgos de la Consar forman parte de su informe más reciente, denominado Diagnóstico de la Generación Afore IMSS, en el que se advierte asimismo que los jubilados bajo el régimen de 1997 cobrarán en promedio apenas 3,843 pesos al mes como consecuencia de haber ahorrado al alcanzar la edad de retiro un monto de 650,326 pesos.
La institución federal señala que una de las características que distinguen al sistema de pensiones de contribución definida de México estriba en la existencia de la pensión mínima garantizada. La investigación detalla que 24 por ciento de los trabajadores que alcancen pensión accedería a este beneficio. El resto, agrega, acumulará un monto de ahorro previsional suficiente para acceder a un beneficio mayor que la mínima pensión garantizada.
En lo que respecta al género, la Consar apunta que las mujeres enfrentarán una situación menos favorable cuando finalice su etapa de acumulación. Al respecto, advierte que la menor cantidad de aportes que realizan a lo largo de su vida laboral incidirá para que solo 30 por ciento de este conglomerado obtenga pensión contributiva en el retiro. En el caso de los hombres, 43 por ciento recibiría este beneficio, pronostica el organismo federal.
El análisis compartido por la Consar precisa que los trabajadores con bajos salarios tendrán menor acceso a una pensión, en comparación con los de mayores ingresos. La investigación sostiene que únicamente 2 por ciento de aquellos cotizantes con un ingreso de un salario mínimo tendrá derecho a una pensión; mientras que 32 por ciento de aquellos que devenguen tres salarios mínimos cumplirá con los requisitos para recibir una pensión. Para aquellos beneficiarios que devenguen 10 salarios mínimos, la posibilidad de cumplir con los requisitos exigidos por la Ley del Seguro Social de 1997 se incrementa a 80 por ciento.
En México, continúa la investigación, cerca de 60 por ciento de la población ocupada no cotiza a la seguridad social. Además, subraya la Consar, existe una grave intermitencia entre el mercado laboral formal e informal, puesto que en aquellos periodos en los que los trabajadores permanecen en la informalidad o se encuentran desempleados no cotizan a sus cuentas individuales. Estas etapas, lamenta la institución, no son acumulables para cumplir con los aportes que se requieren para tener derecho a una pensión.
Lo anterior, puntualiza la investigación divulgada por el organismo federal, conducirá a que pocos trabajadores de la generación afore tengan derecho a una pensión. El análisis es enfático e insiste en que este aspecto es provocado por la naturaleza del mercado laboral mexicano, en el que la baja densidad de cotización y la escasa recaudación de fondos se perfilan como los principales factores que ocasionan que un porcentaje importante de la población viva la vejez a la deriva.
Urge un cambio amplio y profundo
En otro punto del análisis que compartió la Consar se reitera que un porcentaje elevado de trabajadores de la generación afore no tendrá derecho a una pensión contributiva del IMSS; por ello, y solo en esos casos, recomienda, las contribuciones gubernamentales y patronales que en un inicio estaban destinadas a financiar las pensiones podrían utilizarse para otros fines.
El informe detalla que la existencia de la Pensión Mínima Garantizada se traducirá en tasas de reemplazo para los trabajadores de menores ingresos muy por arriba de las que obtendrán aquellos de mayores salarios. Esta situación, sentencia el análisis, podría significar una distorsión al sistema, orillando a los trabajadores a cotizar con el monto mínimo posible.
Por lo anterior, la Consar afirma que los responsables de la toma de decisiones sobre políticas públicas están obligados a reflexionar sobre la conveniencia de mantener algunos parámetros del sistema pensionario actual, de manera que se recapacite sobre el requisito de aportar 1,250 semanas de cotización al IMSS, se analice la posibilidad de sustituir la pensión mínima garantizada por un esquema de incentivos continuos a la formalidad y se integre a los beneficios del Sistema de Ahorro para el Retiro (SAR) la pensión para el Bienestar de los Adultos Mayores.