Como consecuencia de un entorno de negocios marcado por la baja inversión y una contracción evidente en la actividad económica producto de los altos índices de inseguridad que experimenta el país, será imposible que México logre alcanzar la meta de crecimiento de 4 por ciento en el Producto Interno Bruto (PIB) en 2020, como prometió el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), señaló Lisa Schineller, analista para México de la calificadora Standard & Poor’s (S&P).
En conferencia de prensa, Schineller expresó que la baja intermediación financiera y la falta de inversión son los factores principales que provocan un crecimiento muy débil en la economía de los países. Advirtió asimismo que ninguna nación en América Latina tiene condiciones para alcanzar un crecimiento económico de hasta 4 por ciento al cierre de 2020.
Al presentar los pormenores del reporte titulado Análisis económico: lentitud de la inversión indica que 2020 será otro año de crecimiento débil para América Latina, Schineller indicó que México es uno de los países que menos crecen en el continente americano. Destacó además que el bajo desempeño económico en este país es una de las causas de que su perspectiva en cuanto a grado de inversión sea negativa.
En el informe de S&P se precisa que para 2020 se prevé que el ritmo de crecimiento de la deuda de México siga siendo modesto. La causa es que los gobiernos locales continúan siendo reacios a solicitar recursos financieros adicionales para financiar programas de inversión.
S&P detalla en su análisis que la inversión fija ha caído más de lo previsto en la economía mexicana debido a los retrasos en la inversión pública, pero también por la ausencia de recursos económicos privados, que no se canalizan ante la incertidumbre política generada por el Gobierno Federal que encabeza Andrés Manuel López Obrador (AMLO). El análisis puntualiza que el crecimiento del PIB se ubicará en 0.4 por ciento al cierre de 2019; mientras que para 2020 pronostica que se ubique en 1.3 por ciento, en contraposición al cálculo de AMLO de que la economía crecerá hasta 4 por ciento el año entrante.
En el informe difundido, la agencia calificadora alerta que el debilitamiento de la economía mexicana para el próximo año podría amenazar la transferencia de recursos presupuestarios federales. Esta situación, continúa el diagnóstico, afectaría a las finanzas públicas en el ámbito local, ya que los ingresos de fuente propia siguen siendo muy bajos, en un promedio inferior a 10 por ciento para los estados y 30 por ciento para los municipios.
Peligrosa contracción
Por otro lado, la investigación de S&P se refiere a las perspectivas de crecimiento para México en 2020. La firma advierte que, en caso de que se experimente otra contracción en la economía nacional, la transferencia de recursos federales se podría dificultar.
El reporte también subraya que las razones para que pudiera presentarse un crecimiento moderadamente más fuerte del PIB en 2020 (en comparación con 2019), aunque todavía por debajo de la tendencia, incluyen la menor presión derivada de los retrasos en la inversión pública, que son comunes durante el primer año de una Administración Federal nueva; menores presiones inflacionarias del lado de la oferta; una política monetaria más relajada por parte del Banco (Central) de México (Banxico); y una demanda continua e intensa de Estados Unidos respecto a la producción mexicana de manufacturas.
Por lo anterior, S&P sostiene que su proyección para 2020 sobre el crecimiento del PIB de México se inclina al lado negativo como consecuencia del enrarecido clima que ha empañado a la agenda política del gobierno actual en sectores clave, especialmente el de energía.
La investigación cita asimismo la ratificación del Tratado Comercial México-Estados Unidos-Canadá (T-MEC), que aún está en peligro debido al inestable escenario político en el Congreso estadounidense, como uno de los riesgos críticos que enfrentará México en 2020. En tal sentido, profundiza, un retraso significativo en la ratificación del tratado que reemplazará al TLCAN podría generar otra ronda de incertidumbre en torno a las relaciones comerciales y de inversión entre las tres naciones de Norteamérica.
El informe de S&P detalla que un cambio más acentuado en las políticas de Andrés Manuel López Obrador que restrinja o desaliente aún más la inversión fija podría llevar a la calificadora a revisar nuevamente el perfil de inversión de México.
En el informe también se precisa que los países en los que se esperan mayores riesgos fiscales para 2020 son México, China, Australia, Argentina y Brasil.
Por último, entre los grandes retos que Standard & Poor’s identificó y que las economías mencionadas tendrán que sortear en el corto plazo destacan las crecientes presiones operativas y el gasto de capital, lo que generará inevitablemente un aumento en la recaudación de impuestos. De no realizarse esta acción, concluye la firma, los gobiernos estarían obligados a recibir ingresos adicionales, y hasta superiores a los actuales, con el objetivo de evitar niveles de deuda que serían muy difíciles de sostener.