Escrito para ser “una guía de pensamiento para gente de acción”, Seis sombreros para pensar es un libro con el cual Edward de Bono, su autor, nos lleva a través de senderos que nos permiten ver las cosas desde perspectivas muy definidas que nos pueden ayudar a observar las situaciones de un modo más sereno e inteligente, evitando ser arrastrados por emociones desbordadas y por posiciones pesimistas u optimistas carentes de fundamento.
La obra no es de reciente publicación. Sin embargo, sus planteamientos son contundentes; y, tanto si se ha leído y estudiado como si no, parece conveniente echarle un vistazo en estos tiempos en los cuales los dimes y diretes son tantos y de tan distintas formas que en un descuido pueden provocar que nuestro ejercicio de planeación hacia 2020 y más allá termine en meras lamentaciones o en planteamientos sin ton ni son, cayendo en el autoengaño.
Los seis sombreros son presentados en seis colores, cada uno relacionado con la función que desempeña en el proceso de examinar las cosas. Esos colores son: blanco, rojo, negro, amarillo, verde y azul, y el autor plantea que para memorizarlos fácilmente pueden ser aprendidos por pares: blanco y rojo; negro y amarillo; y verde y azul, y es fácil advertir el porqué de esta propuesta a partir de cada uno de los propósitos.
El sombrero blanco es neutro y objetivo, pues se ocupa de hechos y cifras. Éstos no admiten discusión. Las cosas son lo que son y como son. Así, usando números, por ejemplo, o llegaste a la meta o no llegaste. Así de simple.
El sombrero rojo es todo lo contrario al blanco. Contiene las emociones. Parte del “sentir”. No tiene fundamentos claros. Pareciera representar incluso una especie de “intuición”, pero no nos dejemos engañar.
El sombrero negro es triste, negativo. Usando hechos y cifras, así como las emociones del rojo nos conduce a encontrar todas las razones por las cuales algo no se puede hacer.
El sombrero amarillo es, en oposición al negro, el sombrero de la esperanza. Representa el optimismo, es decir, propone siempre caminos e ideas que generan la convicción de que las cosas sí pueden salir bien.
El sombrero verde constituye la fertilidad, la abundancia, el crecimiento. Es el que indica creatividad e innovación. Es el que se usa para responder a la pregunta sobre la manera en que podemos lograr que sucedan ciertas cosas.
Finalmente, está el sombrero azul, que es el sombrero del orden, de la frialdad. Es, de alguna manera, el que organiza y controla; el que está por encima de los demás sombreros y determina el uso de cada uno.
¿Cómo te fue en 2019? ¿Qué tal si me lo dices con hechos y cifras usando el sombrero blanco? ¿Tienes los indicadores y los registros para responder a cabalidad a esta pregunta? ¿Puedes hacer un reporte de hechos incuestionable?
La obra es de fácil lectura y comprensión, y es útil para todo tipo de situaciones. Es de Editorial Granica.